Rafael Teresa

Jugador del Real Zaragoza y técnico de fútbol

 

Rafael Teresa


Nuestro compañero Rafael Teresa, en su época, fue jugador del Real Zaragoza, y posteriormente, cuando colgó las botas, fue entrenador y técnico de fútbol ocupando cargos importantes en el balompié aragonés.

Ante sus méritos deportivos queda plenamente justificado que «La Sirena de Aragón» tenga el gran placer de realizarle una entrevista, ya que Rafael Teresa, hombre campechano y de excelente verbo, tiene mucho que contar del mundo del fútbol que tantas pasiones despierta.

La primera pregunta que le formulamos a nuestro compañero, naturalmente, tenía que ser ¿Cómo apareció en ti la afición al fútbol y cuales fueron tus inicios como jugador?.

Los inicios míos fueron muy curiosos, ua que, en mi época, hasta que no cumplías los quince años no te admitían en un equipo y solo había cuatro equipos juveniles que eran: El Zaragoza, el Hernán Cortés, el Arenas y el Cella y con tantos chavales que jugaban al fútbol, pues no había equipos para todos. Yo entré de botones en el Banco de Aragón en noviembre del año 1953, en la entidad había un equipo de fútbol donde, por cierto, dos de los jugadores eran también árbitros, Martín Álvarez y Villalba. Y, precisamente, fue Martín Álvarez (que posteriormente excelente árbitro de Primera División el que me animó y me preguntó si me gustaría dedicarme al fútbol más en serio.

Me imagino que tu respuesta sería afirmativa.

Naturalmente, entonces Martín arbitraba en Tercera División y tenía algunas amistades. Ahora bien, yo le dije que a mi me gustaría jugar en el Real Zaragoza. Así que me acompañó a las oficinas del Club, que estaban en la calle Requeté Aragonés -ahora Cinco de Marzo- y me presentó al técnico Paco Cubero, el cual me comentó que se organizaba un torneo de juveniles en los campos de «San Antonio» en Torrero y me hizo firmar, incluyéndome en un equipo que se llamaba el «Stanford» y nos quedamos campeones. También, me vió otro técnico, Juanjo Jugo y afortunadamente me dejaron en el equipo juvenil del Real Zaragoza.

Después ¿seguiste en el Real Zaragoza o pasaste a otro equipo?.

Cuando cumplí los dieciocho años, me cedieron al Ejea y allí conocí a la que hoy es mi mujer y, el segundo año, el Real Zaragoza parece que se desentendió de mi y me quedé en el Ejea, teniendo la fortuna de quedarnos campeones de tercera división y el Real Zaragoza, por esta circunstancia, me repescó.

Y, ya ¿te quedaste en el club?.

El primer año, me cedieron al Amistad que era el equipo filial -como ahora el Zaragoza B- y me tuve que ir a cumplir el Servicio Militar, tocándome a Ceuta. Cuando volví jugué algunos partidos, pero como no era titular habitual me cedieron al Lérida y allí tuve la desgracia de sufrir una lesión de rodilla, y aunque mi carrera profesional se prolongó cuatro años más (llegando a militar también en las filas del Algeciras) me retiré del fútbol profesional.

¿Cual era la posición habitual en el campo de Rafael Teresa?.

Empecé jugando en el centro del campo, de media punta, que se dice ahora, pero en el Real Zaragoza jugué siempre de extremo derecha por la banda.

¿Regresaste entonces de nuevo al Banco?.

Si, D. José Joaquín Sancho Dronda (gran aficionado a este deporte y directivo del Real Zaragoza), que era el Director General Adjunto del Banco, me había concedido la excedencia para dedicarme al fútbol como profesional y no tuvieron inconveniente en admitirme de nuevo. Bastante recuperado de la lesión, y para matar el gusanillo, fiché de nuevo por el Ejea y después por el Calvo Sotelo de Andorra, donde permanecí nueve años.

¿Que jugadores compartieron equipo contigo cuando militaste en las filas del Real Zaragoza?.

El primer año que jugué, estaban Yarza, Lasheras, Alustiza, Baila, Gil Rubio, Torres, Estiragués, Murillo…. y en el segundo año ya empezaron a llegar alguno de los «magníficos» como Marcelino.

¿Cuántos años militaste como jugador del primer equipo del Real Zaragoza?

Concretamente, tres años y tuve muy mala suerte porque ficharon a un extremo derecha del Atlético de Madrid, que se llamaba Miguel, que había sido internacional, y me quitó el puesto. Y, entonces, el entrenador, César Rodríguez me planteó la posibilidad de irme al Lérida para no estar inactivo.

En el Calvo Sotelo de Andorra, tengo entendido que si demostraste tu valía como jugador.

Nos quedamos dos años campeones de tercera división y estuvimos a punto de subir a segunda, ya que no existía la denominada 2ª B, pero como la mayoría de los jugadores no éramos profesionales no pudo ser, porque económicamente el equipo no se hubiera podido mantener.

Otra pregunta, Rafael, que no podía omitir ¿Qué pasa con la cantera aragonesa, a la que tampoco se mira y se pierden jugadores como tú, que tenías todo el porvenir del mundo?.

Quizás, no tengan toda la culpa los técnicos y directivos, ya que la afición siempre la reclama, pero al jugador aragonés se le exige demasiado. En el ánimo de todos están los casos de José Luis García Traid, Víctor Muñoz, Molinos o ahora Cuartero. Espero que Cani triunfe.

Ahora, quiero que Rafael Teresa me hable de su faceta de técnico, después de que colgó las botas ¿Cuéntame?.

Después de mi retirada del fútbol con treinta y cuatro años, me saqué el carné de Entrenador Regional y Conrado Matamala, que había sido mi entrenador en el Calvo Sotelo, era Director de la Escuela de entrenadores y me hizo profesor de esa escuela. Junto a Enrique Yarza enseñábamos técnica y táctica y después entrené a la Selección Juvenil Aragonesa durante cuatro años, perteneciendo ya al Real Zaragoza como técnico, siendo segundo entrenador del filial, junto a Manolo Villanova, y primero de los infantiles y además he viajado mucho haciendo informes para entrenadores como Lucien Muller, Boskov, Radomir Antic, Manolo Villanova y Luis Costa, con el que he estado muchos años, y también he sido nueve años profesor y después, director de la Escuela de Fútbol Base de la Federación Aragonesa de Fútbol.

Y, ahora ya, ¿definitivamente retirado de toda actividad futbolística?.

Sí, las horas que no pude dedicarles a mis hijos, se las dedico ahora a mis cinco nietos y soy plenamente feliz, aunque sigo viendo fútbol, porque es mi pasión de siempre.

Al hilo de la respuesta de Rafael, mi última pregunta que formulo es obvia ¿Qué opinas de la época de vacas flacas y de incertidumbre que estamos viviendo los aficionados y todos lo que sentimos como muy nuestro al Real Zaragoza?.

Yo siempre he sido socio del Real Zaragoza y lo sigo siendo, nunca me he beneficiado de mi condición de jugador y de técnico. Como aficionado sufro mucho y siento lo que estamos viviendo pero, hace tres años, ya dije que se veía venir esta situación. El problema no es de entrenador, es de plantilla. Al jugador hay que estimularlo mucho para sacarle todo el rendimiento y hay que tener mucha paciencia. Yo creo que ascenderemos pero la afición tendrá el 99% de culpa, en un sentido o en otro, con su incondicional ayuda. Y no nos olvidemos que equipos que han pasado por unas circunstancias parecidas a nosotros en el pasado, están al borde del abismo o desaparición.

Ésta es la opinión de Rafael Teresa de un tema candente de actualidad y se la teníamos que formular. Vdes., queridos lectores, podrán estar o no de acuerdo. Lo cierto es que ha sido una auténtica satisfacción el dialogar con nuestro compañero, que en este difícil pero apasionante universo del fútbol lo ha sido todo y es un orgullo el que sea compañero nuestro en el Banco una figura una señera como él. Seguramente, nos volveremos a ver el próximo domingo en las gradas de «La Romareda».

Por Leandro

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