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José Luis Cintora

Cronista de los Sitios de Zaragoza

 

José Luis Cintora


JOSÉ LUIS CINTORA ROMERO: excelente fotógrafo, cronista de «Los Sitios de Zaragoza», escritor, conferenciante y coleccionista prolífico.

José Luis Cintora es un personaje preeminente en el panorama cultural de nuestra ciudad. Como reza el epígrafe, es polifacético: excelente fotógrafo, cronista de «Los Sitios de Zaragoza», fecundo escritor, fácil conferenciante y coleccionista prolífico. Tenemos la suerte, que debido a la gran amistad que nos une con él, desde hace tiempo es colaborador asiduo de nuestra revista, «LA SIRENA DE ARAGÓN«, lo mismo con sus creaciones fotográficas ensoñadoras, que con los artículos históricos, que nos hacen recordar el pasado de nuestra tierra de Aragón.

Como hacemos siempre en todos los personajes de distinción que entrevistamos, nos permitimos la libertad de preguntarle, un poco, tus aspectos pretéritos de tu paso por el sendero de la vida en esa faceta tan apasionante que es la fotografía.

En primer lugar te diré que yo nací en Zaragoza, el 12 de febrero de 1946. Realicé estudios de Formación Profesional y tras «colgar» los de Peritaje Industrial, marché de emigrante a Suiza donde pasé casi cuatro años trabajando de tornero fresador. Al volver a España, me traje una «Kodak Retinette» y la afición a la fotografía allí comenzada. En 1969, ingresé en la Sociedad Fotográfica de Zaragoza donde pude conocer y admirar a los grandes maestros del TRI-X, el grano grueso y las películas forzadas.

Y entonces empezó tu fama de fotógrafo de prestigio.

Yo diría que aprendiz o aficionado muy amante de la fotografía. Llevo años haciendo fotos, manchándome las manos en un laboratorio que tenía en una buhardilla en la calle de Casta Álvarez- Tengo que confesar que yo dibujo muy mal y a través de la fotografía puedo lograr unas imágenes y decir algo con ellas.

¿Hablamos de tu pasión por la fotografía, que te ha llevado a realizar exposiciones y ganar premios?.

La fotografía es un compuesto de dos palabras griegas, viene de photos que significa luz y grafos que es grabar. Entonces para mí la fotografía es grabar con luces; lo que no he sabido hacer nunca con el lapicero o el pincel lo he logrado con la luz. Doblarla, retorcerla, dirigirla por donde me ha gustado para darle a una imagen una dimensión.

Antes de pasar a otro aspecto de la obra prolífica de José Luis Cintora y aunque su modestia es latente, quiero detallar algunas de las exposiciones en las que participó (en varias ocasiones) y concursos en los que obtuvo primeros y segundos premios:

Galería Atenas de Zaragoza. Feria de Muestras: 45, 46, 48 y 49 Salones Internacionales de la Fotografía de Zaragoza. Jaca, Primer Premio del concurso del Festival Folclórico de los Pirineos. Salón de la Diputación Provincial: Concurso de la Institución Fernando el Católico. Salón de la Salle: Salón Fotográfico de la Salle, Zaragoza. Premio de Honor en la Exposición de Fotografía de la Semana Santa de Sevilla. Salón de la Diputación Provincial: 50 años de Fotografía en Zaragoza y Exposición de la Semana Santa de Hijar. Salón de la Escuela de Artes: Salón de Primavera (50 y 52 Salón Internacional de Zaragoza). Salón del Ayuntamiento de Épila: VI Salón de Fotografía de Épila, Zaragoza.

También has participado, con tus maravillosas fotos, en la edición de muchos libros.

Efectivamente, y en la actualidad tenemos dos nuevos próximo a editar.

Si te parece, enumeramos tu obra editada:

50 Años de Fotografía en Zaragoza – Año 1973 – Edita: C.A.Z.A.R., Zaragoza. Pregón de Semana Santa de Hijar – Años 1973 y 1976. Programa de las Fiestas del Pilar del Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza – Año 1975. La Pintura Románica en Aragón – Año 1975 – Edita: Caja de Ahorros de la Inmaculada. Diccionario Antológico de Artistas Aragoneses 1947 a 1978. Publicación nº 852 de la Institución Fernando el Católico – Año 1983. Aragón Es… – Edición del Sindicato Central de Riegos del Alto Aragón. Fotógrafos en Aragón – Año 1991 – Edita: Diputación General de Aragón. El Pilar – Año 2004 – Editado por el Cabildo y la Caja de la Inmaculada. La Seo – Año 2005 – Editado por el Cabildo Metropolitano y la Caja de la Inmaculada. San Miguel de los Navarros – Año 2007 – Edita: Parroquia de San Miguel. El Rosario de Cristal de Zaragoza – Año 2007 – Edita: La Real Cofradía del Santísimo Rosario. Las Iglesias del Serrablo – Año 2007 – Edita: Amigos del Serrablo. La Zaragoza del Bicentenario – Año 2009 – Exposición en la Casa de Los Morlanes. Santiago el Mayor – Año 2010 – Edita: Parroquia de Santiago el Mayor. La Aljafería – Año 2010 – Edita: Las Cortes de Aragón y Tercal, S.A.

Como coleccionista, en tu Archivo Histórico, tengo entendido que atesoras una ingente cantidad de cosas.

Si, sobre todo de nuestra «Zaragocica». Como me gusta tanto la imagen, tengo los grabados y dibujos de Juan Gálvez y Fernando Brambila, en un reportaje gráfico sobre «Los Sitios de Zaragoza», que hicieron en el otoño de 1808 y empecé a conocer como había quedado esa Zaragoza de hace dos siglos después de haber pasado el francés por nuestro huerto y me lancé a buscar dibujos e imágenes de aquella Zaragoza del siglo XIX y tengo una curiosa colección, entre otras cosas que atesoro con fruición, como fotografías de Zaragoza antigua, de la Torre Nueva. Tengo una fotografía, del año 1864, desde la Torre de la Magdalena, del caserío zaragozano, donde emerge altiva la Torre Nueva, de la que me siento orgulloso de poseer y que quizás sea el documento fotográfico más antiguo de nuestra ciudad. Hay alguna anterior de Cliford, cuando estuvo con Isabel II, pero son solo detalles, no una vista general como ésta..

Has comentado aspectos de «Los Sitios de Zaragoza». Para muchos, José Luis Cintora, es el que más sabe sobre este hecho histórico, del que nos sentimos orgullosos los zaragozanos, y es una autoridad al respecto ¿Me gustaría que me manifestaras comentarios de este apasionante tema?.

Se nota que eres buen amigo mío, yo solo soy un buen aficionado a «Los Sitios de Zaragoza» y amante de lo que hizo Zaragoza y los zaragozanos contra el ejercito invasor francés. Fue una epopeya luctuosa donde la ciudad tuvo 55.000 muertos y, después del segundo sitio, hubo una cuerda de 12.000 presos, que los enviaron a las landas francesas, con orden expresa de Napoleón de que todos los días tenían que morir de 200 a 300 prisioneros. En definitiva, un hecho histórico que no conviene olvidar porque fue una gesta heroica de gran magnitud. Cuando se cumplió el segundo centenario, muy recientemente, prácticamente se obvió, porque las instituciones se volcaron en la Exposición Internacional 2008, donde vinieron gentes de otros países a vender pulseras y medallicas y el homenaje a hecho tan glorioso pasó de puntillas.

Tengo constancia de que presides alguna Asociación sobre Los Sitios.

Si, pertenezco a la «Asociación de Los Sitios de Zaragoza» y presido «La Asociación Cultural Zaragoza 1808, Artilleros de Aragón». Tenemos un cañón de a ocho, es muy raro tener una pieza de artillería de aquella época. Lo difícil fue cuando fuimos al Cuartel de la Guardia Civil, en Casablanca, a pedir una licencia de armas para un cañón de grueso calibre, pero nos la concedieron.

En tu faceta de conferenciante, has glosado en numerosas ocasiones sobre El Palacio de la Aljafería, por supuesto, sobre Los Sitios y también sobre La Torre Nueva.

He perdido la cuenta de las conferencias que he pronunciado sobre estos temas que me has expuesto. Sobre todo, a partir del año 2008, varias personas quisimos propagar estos hechos históricos en muchos sitios, como colegios, asociaciones culturales y de vecinos, recuerdo la de Casablanca con mucho cariño, y lugares de lo más variopinto como en Sabiñánigo. En vuestro Club me habéis dejado explayarme a gusto.

Con relación al Palacio de la Aljafería también estás muy versado.

Con mi amigo, el gran fotógrafo y maestro José Antonio Duce, hicimos un libro sobre La Aljafería y estuvimos dentro varios meses y sacamos entre 2000 a 3000 fotografías y publicamos 500. Ahora bien, hay una cosa que me escuece sobre este tema. En la capilla de San Jorge del Palacio, hay dos arcos y el crismón de unos capiteles que, a raíz de las obras del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, vinieron a Zaragoza y están expuestos en su lugar de origen y, ahora, después de los muchos millones que pagamos por el transporte y embalaje, el señor Ministro de Cultura nos los reclama.

No queremos abrumarte mucho, pero no podemos obviar el tema del derribo e la Torre Nueva del que estás tan versado.

La Torre Nueva nació en 1505 y murió en 1892. Era una maravilla mudéjar; tenía una inclinación de 2,70 metros sobre la perpendicular, pero después del terremoto de Lisboa en 1755 se midió la inclinación y era 2,70 metros. Cuando se derribó en 1892 era la misma, pero les molestaba aquella maravilla a cuatro comerciantes y seis especuladores que estaban por allí por la Plaza de San Felipe y quisieron quitarla de en medio. El entonces Alcalde de Zaragoza, Don Esteban Alejandro Sala, firmó la demolición y se derribó, a pesar de los esfuerzos de los hermanos Gascón de Gotor y de otros buenos ciudadanos. Ladrillos de la misma fueron a parar a edificios que se construyeron en el Paseo de la Independencia; la piedra armera, que había sobre la puerta, está en el Museo Provincial y, la llave de la puerta, se conserva en el Ayuntamiento en una vitrina como un trofeo. En los años 80 del pasado siglo, el Alcalde Gonzalez Triviño, tuvo una tentativa de reedificarla, con un presupuesto de unos 80 millones de pesetas, ya que la cerámica se conserva en unos cajones, pero sólo fue eso, una tentativa. A lo largo de los años, no sólo la Torre Nueva, muchos edificios emblemáticos fueron derribados. Al Alcalde Caballero, le llamaban el Alcalde «Piqueta». Yo escribí unos artículos al desaparecido periódico «ANDALÁN», que no se publicaron, que titulaba «Visita Turístico-Masoquista a Zaragoza», donde se visitaban arios edificios desaparecidos.

Estaríamos las horas muertas conversando con José Luis Cintora,  ya que se aprende mucho dialogando con él, sobre todo sobre el pasado histórico de nuestra ciudad, pero no queremos abrumarle más con nuestras preguntas. Le agradecemos mucho su gentileza y abusando, una vez más de su amabilidad, le emplazamos para una exposición y conferencia en nuestro Club Cultural, sobre La Torre Nueva, y él acepta encantado. Será para primeros del próximo año 2013. También nos ruega que recomendemos a los lectores, que hagan todo lo que puedan para poder conservar nuestro patrimonio cultural, que sigue siendo muy grande en esta Zaragoza de nuestros pecados. Michas gracias amigo.

Por Leandro

Daniel Galindo Atienza

Empleado de banca ejemplar y atleta de élite

 

Daniel Galindo


Resulta muy gratificador, seguir comprobando que compañeros nuestros del banco, auténticamente ejemplares, al margen de su profesión, han tenido la suficiente capacidad intelectual, mental y física para desarrollar otras actividades, en las que han destacado a un nivel muy alto, como es el caso de nuestro buen amigo Daniel Galindo Atienza, que es un atleta de categoría internacional.

En la nueva sala de exposiciones y reuniones de la Sede Social de nuestro Club Cultural, sentados en una mesa cómodamente, nos hemos reunido ambos para que Daniel nos cuente su trayectoria bancaria y aspectos de su gran carrera de atleta. Como hacemos en todas las entrevistas, comenzamos instándole a que nos hable de sus inicios profesionales.

En el año 1948 nací en Gallur, afamada villa de la provincia de Zaragoza. En los años sesenta, a los doce años, empiezo a compaginar el estudio con el trabajo colaborando con mi padre (empleado de RENFE en la estación de Gallur) a llevar la Agencia de Transportes Pelegay, que traía paquetería desde Zaragoza para repartir en la localidad donde residía. Si el turno de trabajo en RENFE era de mañana, me tocaba a mí estar en la Agencia y repartir, acudiendo al colegio por la tarde y viceversa, si mi padre iba a trabajar tarde cambiaba el horario. Eran tiempos que había que colaborar puesto que éramos cinco en la familia.

Pronto empezaste tu vida laboral.

Efectivamente. A los 14 años entré a trabajar en el FF.CC. (vía estrecha) de Sádaba a Gallur, como aspirante a factor. Empecé cobrando 25 pesetas de sueldo que, por aquellas fechas (año 1962), se instauró oficialmente para el aprendiz y 60 pesetas, salario base para los mayores de 18 años. Al poco tiempo y habiéndose producido vacante en las oficinas de dicha FF.CC., y siendo un trabajo muy apetecible para mí, pasé a formar parte de la plantilla de dichas oficinas..

¿Cuándo fue tu primer contacto para iniciar tu vida profesional bancaria?.

A la vez que trabajaba en las oficinas del FF.CC. y puesto que conocía perfectamente Gallur, por haber estado repartiendo paquetería, me ocupé de cobrar letras de la corresponsalía del Banco de Bilbao, que llevaba el hijo del Director del FF.CC., hasta que surgió la oportunidad de presentarme al Banco Central como botones, dejando la plaza de auxiliar administrativo en el FF.CC. y la corresponsalía del Banco de Bilbao, ya que tenía más aspiraciones y mayor futuro.

Y a partir de entonces inicias tu buena carrera profesional en el Banco.

Así es, no sé si fue buena o mala, pero yo creo que no he dejado mala impronta en el Banco. El 27 de Abril de 1965 me incorporo al Banco Central en Gallur. Habiendo aprobado las oposiciones para auxiliar administrativo, en el año 1966 me trasladaron a la Sucursal de Sástago, en la cual, una vez cumplido el Servicio Militar, con fecha 15 de Junio de 1971 me ascendieron a Interventor Cajero. En el año 1972 me hice cargo de la Dirección del Banco Central en Calaceite, pasando, en el año 1974, a ser Director del Banco Central en mi pueblo, Gallur. En el año 1985, además de seguir llevando la Dirección de Gallur, pasé a dirigir, a la vez y de forma provisional, la Dirección de la Sucursal de Ejea de los Caballeros, siendo confirmado definitivamente en ese puesto en el año 1986.

¿Cuándo viniste a Zaragoza?.

Sobre todo, por el aspecto familiar, estudios de los hijos, etc., en el año 1990 fui trasladado a Zaragoza y ocupé el puesto de Director de la Agencia nº 1 (Mercado Central). Ya fusionados con el la Sucursal del Banco Central Hispano de la calle de San Miguel, pasando después a ocupar el mismo puesto en la Sucursal de Duquesa Villahermosa. En el año 1996 pasé a la Dirección de Zona nº 1, como Promotor Comercial, y ya, fusionados con el Banco de Santander, desempeñé el cargo de Gerente de Instituciones, hasta mi jubilación en el año 2010.

Una larga y brillante carrera profesional.

Toda una vida, cuarenta y seis años y seis meses de cotización y no me fui con el 100%, sino con el 84%. Yo creo que estoy plenamente amortizado.

Paralelamente a tu carrera bancaria, has desarrollado otra como atleta de élite.

He de manifestar que siempre he tenido espíritu deportivo, habiendo jugado al fútbol, en 2ª Regional, cuando estaba en Sástago, en el equipo de la Empresa de Peróxidos de la Zaida. Posteriormente, jugué en el Gallur, en 1ª Regional, y también en el equipo de Calaceite (Teruel) cuando fui trasladado a esa localidad. Como mi esposa es de Remolinos, también jugué en el equipo remolinero, yo creo que era un defensa central muy expeditivo, no exento de buen toque de balón. En Zaragoza he jugado mucho al fútbol sala y, en Ejea, practiqué el karate.

En el universo del atletismo ¿cuándo te inicias?.

En Zaragoza, jugando al fútbol sala, en La Granja, sufro una rotura casual del tendón de Aquiles y delgado plantar. Operado, con fecha 12 de febrero de 1998, satisfactoriamente, a los tres meses me incorporo al trabajo, continuando con una rehabilitación que por mi cuenta y siguiendo instrucciones del Dr. García Pequerul efectué. Vista la pronta y buena recuperación, me propuse correr (dejando el fútbito). En el año 1998 ya me hice un trote de 10 kms. en 1 hora. Continué entrenando, acompañado de mi hijo, que también corría y participaba en competiciones, hasta que su entrenador (Jesús Romero) me animó a federarme con el equipo de Helios y competir en categoría de veteranos. Visto el ambiente dentro del atletismo, entrenando con constancia y habiéndome involucrado en competir en croses y luego en pista, me preparé en 800 y 1500 m.

Y, a partir de entonces, mis referencias son de que te conviertes en un gran campeón.

Me inicié, en el año 1999, en categoría de veteranos de 50 años y, hasta la fecha, creo que he desarrollado una buena carrera atlética.

Para que los compañeros del Banco de Daniel Galindo se sientan orgullosos de él y los lectores de LA SIRENA DE ARAGÓN, aprecien sus éxitos deportivos, me he permitido la libertad de solicitar una lista cronológica con sus participaciones atléticas y premios obtenidos, que se enumera seguidamente.

Inicio competiciones oficiales: (P.C.=Pista Cubierta y A.L.=Aire Libre)

Año 1999: Categoría Veteranos 50 años en 1500 m. Subcampeón de Aragón y 4º Campeonato de España P.C. y Campeón de Aragón A.L.

Año 2000: Veterano 50 años en 800 m. y 1500 m. A.L. Campeonato de España en Talavera. 3º en ambas pruebas.

Año 2001: Veterano 50 años en 800 m. y 1.500 m. P.C. Campeón de Aragón y P.C. 1.500 m. 3º en el Campeonato de España en Valencia.

Año 2002: En P.C. 800 y 1.500 m. Campeón de Aragón y en P.C. 800 m. 3º en el Campeonato de España en San Sebastián. Media Maratón Ciudad de Zaragoza en 1 h. 27′ 22″.

Año 2004: En Zaragoza Campeonato de España P.C. en 800 m. 3º y en 1.500 m. 4º.

Año 2005: En San Sebastián, Campeonato Mundial A.L. Semifinalista en 800 m.

Año 2006: IX Media Maratón Ciudad de Zaragoza en 1 h. 28′ 23″.

Año 2007: Campeonato de Aragón A.L. 1º en 800 m. y 1º en 1.500 m.

Año 2008: Campeonato de Aragón P.C. 60 años 1º 800 m. y 1º en 1.500 m. Campeonato de España A.L. 60 años en Gandía. Campeón de España en 800 m. con 2′ 19″ (mejor marca campeonatos) y Subcampeón en 1.500 m.

Año 2009: Campeón de Aragón de Cross de Veteranos 60 años en Tauste. Campeonato de España P.C. 60 años en Zaragoza 1º en 800 m. y 1º en 1.500 m. Campeonato de España A.L. 60 años en Vitoria 2º en 800 m. y en 1.500 m. Campeonato de España A.L. en Huesca, 4º clasificado en 1.000 m. (40′ 22″). Mención atleta veterano de la Federación Aragonesa de Atletismo (Gala Atletismo Aragonés 2009 entregada en La Almunia de Doña Godina).

Año 2010: Campeonato de España P.C. 60 años en Zaragoza, 2º en 800 m. y en 1.500 m. Campeonato de España A.L. en Zuera 3º en 10.000 m. en 38′ 46″.

Año 2011: Campeonato de España P.C. 60 años de Antequera, 2º en 800 m. y en 1.500 m.

Además de Record de Aragón categoría 60 años en 800 m. y 10.000 m. Mejores marcas año 2008 y 2009 en World Ranking y participación en diferentes pruebas celebradas habitualmente todos los años en diferentes localidades de Aragón.

El croquis que hemos reseñado, para informar de tus triunfos atléticos es impresionante.

Bueno, pero tengo un compañero y amigo catalán, corredor como yo, que se llama Fabián Campo, que casi siempre me gana y cuando lo supero me alegro mucho porque es un gran campeón. Ahora que ya estoy prejubilado tengo más tiempo pero no por eso entreno más. Con mi buen amigo el entrenador Acisclo Perero entreno lo justo pero siempre con calidad.

¿Piensas continuar con tu actividad deportiva?.

Ahora estoy lesionado, con un pinzamiento muy doloroso en una vértebra, pero pienso seguir en activo por lo menos dos o tres años más. Cuando cumpla los 65 años, le he prometido a mi esposa ir a Brasil, concretamente a Porto Alegre, donde se celebrarán los campeonatos del mundo y allí competir y después pasar unas buenas vacaciones. También me gustaría acudir, en el año 2014, a Benidorm, donde se celebrarás los Campeonatos de Europa, y dejar después de competir definitivamente pero, por supuesto, sin dejar nunca de correr mientras pueda.

Cambiando de tema ¿cuál es tu consejo a estas nuevas generaciones de empleados de banca, para que sea más llevadero su trabajo?.

Les aconsejo que practiquen deporte, aunque no sea de alta competición como yo, relaja mucho. Nuestro trabajo es de mucha responsabilidad y sirve para eliminar tensiones y hasta depresiones. Por lo menos, a mí el deporte me ha ayudado mucho; todos sabemos lo duro que es soportar la responsabilidad de operaciones de activo, pasivo, créditos, presupuesto y resultados óptimos que se exigen. Yo me he puesto a correr pensando en problemas concretos y siempre los he superado o me he olvidado de ellos. Cuando vengo de entrenar, como estoy muy cansado, no me quedan ganas ni de discutir con mi mujer y ella, hasta lo agradece. Los deportistas siempre tenemos buenas actitudes.

Daniel Galindo nunca pierde el buen humor y es de agradecer. Para nosotros ha resultado un auténtico placer dialogar con este gran profesional de banca, excelente deportista de elite y, sobre todo, gran persona y buen amigo. Gracias Daniel.

Por Templar

José Cabrera Marín

Propietario del establecimiento «Casa Paricio»

 

José Cabrera


En nuestra ciudad de Zaragoza, afortunadamente, todavía prevalecen establecimientos cara al público, que conservan ese sabor de siempre que nos induce a pensar que el tiempo se ha detenido y que aún podemos paladear ese conjunto de sentimientos que, bajo ningún concepto, resultan arcaicos pero que nos trasladan a épocas pretéritas en las que el servicio al cliente y la calidad contrastada de sus productos resultaban la máxima prioridad obligatoria al respecto. Cuando se traspasa el umbral de «Casa Paricio», si se puede entrar, porque casi siempre está lleno, sobre todo en los fines de semana, se respira ese ambiente añejo del pasado y rápidamente se da uno cuenta que no es el clásico bar de tapas sino un lugar muy especial. Para un sibarita es el local idóneo para ir a tomar el vermut, costumbre tradicional que se practica antes de comer y que afortunadamente se está recuperando actualmente. Tienen un producto que se podía tachar de «delicatesen», como se dice ahora, que es la anchoa en salmuera del Cantábrico y el vermut, por supuesto regado con sifón, tiene un sabor especial.

El propietario de esta taberna de lujo es Don José Cabrera Marín, hombre polifacético y carismático, con el que me une una gran amistad desde hace mucho tiempo, ya que compartimos afinidades culturales, y por ese motivo me he permitido la libertad de realizarle una entrevista para que, en primer lugar, nos hable del pasado y del presente de su acreditado establecimiento y después nos cuente aspectos personales suyos, que ya les anticipo que son apasionantes.

Le preguntamos, en primer lugar, que nos cuente la fecha de inauguración del recinto hostelero. Nos enseña un antiguo libro de cuentas y de asientos y nos responde:

Podemos decir que fue antes, pero la fecha en que se dieron de alta para la luz en Eléctricas Reunidas es el 29 de Agosto de 1925 y ya con la energía eléctrica en marcha es lógico que abriera sus puertas entonces. En el sótano existía un trujal propio y se fabricaba vino (posteriormente me lo enseñó, ya que aún se conserva en perfecto estado, pero ahora lo destina a almacén de sus productos); los dueños eran Jerónimo Paricio y mi tío Cesáreo Marín y poco tiempo después también entró mi madre. Ella realizaba una gran labor. El primero en nacer fui yo en el año 1933, después un primo hermano, en el año 1936 y también, en el año 1940, una prima hermana, Josefina Marín, que estaba muy relacionada con el canto, ya que es soprano y canta en una coral, que como Pilar Lorengar fue discípula de Margarita Martínez.

Luego hablaremos de la faceta musical, pero lo más tradicional de «Casa Paricio» con las anchoas en salmuera ¿Hablamos de todo el proceso de este producto gastronómico, desde su compra hasta el consumo?.

Es un proceso muy antiguo. Observarás en este viejo libro de asientos, una partida del año 1930, en que se compran anchoas a un comercio de Zaragoza que se llamaba «Julián Arruga» en la que se hace constar la compra de 47 kilos de anchoas de la marca «Herrero» al risible precio para estos tiempos de 1,80 pesetas el kilo. Este es el primer dato que me consta de compra de este producto por nuestra parte. Después ya se recibían directamente del fabricante, recuerdo que las primeras firmas que nos suministraban, ya para toda la campaña, eran «Conservas Ortiz» y «Conservas Julia Campos». La mejor anchoa es la denominada «Costera», que se pesca en Santander, Vizcaya y en Francia en el Golfo de León. Actualmente nos suministran «Conservas Hoyos» de Santander.

He observado, en muchos establecimientos hosteleros que sirven la anchoa directamente de la lata recién recibidas del proveedor ¿Eso merma mucho la calidad del producto, verdad?.

Tienes razón, el proceso de elaboración es muy largo. Las fábricas, lo primero que hacen es la selección de tamaños y después la salazón por capas. Cada lata debe pesar 10,50 kilos; cuando se reciben las latas en los bares la anchoa está cruda y no tiene ningún sabor -como si fuera carne- y requiere un mínimo de 6 meses de almacenamiento en un lugar adecuado para su maceración, que es lo que hago yo en el antiguo trujal de mi casa, donde hay unos 12 o 13 grados de temperatura. Allí también guardo las latas de berberechos, navajas, mejillones y bonito en escabeche. Otros establecimientos no tienen lugar de almacenaje, compran pequeñas cantidades y el producto que ofrecen, lamentablemente, deja mucho que desear.  A «Casa Paricio» vienen a consumirlas de todas partes de la ciudad y la mejor publicidad es la calidad de la anchoa, junto a su sabor excepcional.

 José Cabrera en la barra de «Casa Paricio»

Independientemente de las anchos en salmuera ¿Qué otras tapas servís en el mostrador?.

Como te he dicho, tenemos berberechos, chipirones rellenos, langostillos, navajas, atún en escabeche, las banderillas de vinagrillos picantes y no picantes, pepinillo relleno con atún y, en el invierno, ponemos en marcha la freidora y hacemos unas bolas de bacalao que tienen mucha aceptación entre los clientes.

Otro aspecto positivo vuestro es la bebida y principalmente el vermut con sifón que, en algunas partes, denominan «casero».

No se debe decir casero porque no lo fabricamos nosotros. Nos lo sirve Bodegas Palafox y la firma Eizaguirre de Reus. Hasta la remodelación del Coso Bajo nos lo servía, en dos cisternas de mil litros, una casa de la Rioja, pero luego no podías pasar y posteriormente nos manifestaron que ya tenía que ser embotellado. Ante esta circunstancia, hablamos con Bodegas Palafox y les dimos una muestra, exhortándoles a que confeccionaran un vermut con el sabor tradicional que deseábamos. Acertaron plenamente y ahora nos lo sirven ellos.

El vermut se sirve con sifón.

Efectivamente, hay quién lo pide con unos cubitos de hielo o seco, pero casi siempre con sifón. También vendemos sifones recargables que nos sirve la firma Bebinter de La Zaragozana.  Antes existían los sifones «Aguaviva» que para el que tenía uno era un lujo, ya que el interior de la cabeza era de porcelana y los fabricaban en Londres.

Tengo entendido que por las normativas actuales, ya no podéis vender vino, vermut y licores a granel de vuestras pipas, como se hacía antes.

Tienes razón. Antes venían las cisternas a descargar, nos hacían una factura y fiesta, pero no tributaban I.V.A. y el Gobierno lo prohibió. Ahora nos lo sirven igual, de las mismas marcas, pero embotellado y a nosotros nos facilitan la labor y al cliente le da igual. Las pipas son ahora elementos decorativos.

Independientemente de tu profesión en tu acreditado negocio del Coso Bajo, tengo referencias de que posees el título de Maestro Nacional.

Te voy a contar una historia. Hace años mi padre y i tío alanzaron ambos la edad de su jubilación, mi tío era autónomo y i padre trabajó en la famosa ferretería «José Alfonso» y decidieron traspasar nuestro negocio hostelero, pero, afortunadamente, no hubo ninguna persona que le interesara. Entonces, realizaron un inventario y mi padre le compró a mi tío, el 50% del negocio, poniéndolo integro a mi nombre, teniendo yo que abandonar mi profesión de maestro y regentar el negocio, que llevo como puedo hasta el día de la fecha. Mi esposa falleció, pero tengo que confesar que mis dos hijas, Eva y Tere y mi hijo Millán son unos colaboradores muy eficientes y me ayudan muchísimo.

 Decoración de las paredes de «Casa Paricio»

Casa Paricio está ubicado en el Coso Bajo, en el nún. 188, y se da la circunstancia de que en el piso quinto de ese edificio, las profesoras de canto y música Margarita y Berta Martínez tenían su estudio donde practicaban la docencia y tu estudiaste.

En Magisterio nos exigían estudiar música y solfeo y, por las mañanas, antes de que empezara el jaleo de la tienda, yo subía a su estudio a practicar y aunque ella asistía por las tardes, hice una gran amistad con la gran soprano zaragozana de fama mundial, Pilar Lorengar. Tengo que significar que Margarita y Berta le impartían a Pilar las clases gratis, porque ella disponía de pocos medios económicos. Pilar, entonces la llamábamos Loren, era una persona de carácter muy agradable y muy humilde, aspectos que conservó cuando alcanzó la gloria lírica. Como anécdota recuerdo que ya después de sus triunfos en Alemania vino a Zaragoza a saludar a sus antiguas profesoras, entró en el bar y me preguntó: ¿Pepe, ya han puesto ascensor en la casa? Y yo le dije que no, que tenía que subir andando como siempre los cinco pisos.

¿Tuviste algún contacto más con la célebre Pilar Lorengar?.

A principio de los años 50 del siglo pasado, creo, vino a Zaragoza a ofrecer un concierto en el Teatro Principal, cuando ya iniciaba su gran carrera musical y, por supuesto vino a saludar a sus profesoras. Recuerdo que entonces ya tenía coche propio con chófer particular y me dijo que próximamente cantaría en Coven Gardem de Londres creo que la Traviata. En el estudio de Margarita a todos los alumnos y amigos nos ofreció un pequeño concierto y nos entusiasmó. Naturalmente nos dio invitaciones para ir a verla al Teatro Principal. Pilar Lorengar ha sido una de las más grandes sopranos del mundo del siglo pasado y para mí resulta un honor que me honrara con su amistad.

Además de tu negocio, como también delegas mucho en tus hijos, yo se que tienes otras actividades, más o menos lúdicas y de índole religioso.

Soy socio fundador de La Asociación de Amigos de la Música de Zaragoza (A.M.B.A.) y asisto a todos los actos y conciertos que puedo, pero mi verdadera vocación es la Iglesia; en San Nicolás de Bari, después de la desaparición de la clausura de monjas, en el año 1968, la madre superiora, Sor Gemma, que era holandesa, me dijo que si sabía ayudar a Misa y yo le asentí. A partir de entonces he sido un firme colaborador en la liturgia y también leo los salmos y asisto a los sacerdotes y canónigos, los sábados a las 7 de la tarde y los domingos a las 12 de la mañana; entre ellos he hecho grandes amigos. También he hecho cursos de liturgia y soy ministro extraordinario de la comunión, es decir que puedo administrarla durante la misa.

  José Cabrera bajando, con su soporte automático, al trujal

donde guarda las latas de anchoas para su maceración

¿Quieres apuntar algo más para los lectores de «LA SIRENA DE ARAGÓN»?.

Nada más, darte las gracias por tu amistad, apoyo y colaboración y a los lectores y compañeros del Banco que me tienen a su disposición y les espero para conversar con ellos en mi humilde negocio, a ser posible degustando un vermut. Comparto contigo muy agradables momentos en La Asociación de Amigos de la Música y te admiro por lo que estás haciendo por la música en Aragón. La revista la leo asiduamente y me regocijo con sus excelentes artículos de un gran nivel cultural.

Muchas gracias a ti también amigo Pepe, mi amistad y mi admiración por ti es grande. La charle, como se podrán imaginar, ha transcurrido delante de un excelente vermut, con sifón, y de unas anchoas en salmuera que el degustarlas ha resultado un auténtico placer de dioses.

Por Templar

Francisco Romeo Mongío

Entrevista al Rey Baltasar
 

Paco Romeo


En esta página de entrevistas de la SIRENA DE ARAGON, han desfilado personajes de lo más variopinto, con actividades de una pluralidad palmaria. Pero, hasta la fecha, nunca habíamos tenido la satisfacción de tener una charla, nada menos, que con uno de los tres Reyes Magos de Oriente, que, hace más de dos mil años, visitaron el pesebre donde había nacido el Hijo de Dios.

Naturalmente que hablamos desde la ficción pues vamos a empezar, en la cafetería de nuestro Club, a tener un agradable coloquio con nuestro amigo y compañero de toda la vida del Banco, Francisco Romeo Mongío, el cual, cuando llegan las entrañables fechas navideñas, y, más concretamente en la conmemoración del día de los Santos Reyes o Epifanía, desde hace treinta y dos años, se transforma en el mítico Rey Baltasar, no dudando en pintar su epidermis de color negro y, en compañía de los otros dos santos varones (Melchor y Gaspar), repartir regalos y juguetes, en sus domicilios y en el Club, a los hijos y nietos de nuestros compañeros asociados. Más de dos generaciones de inocentes niños, recuerdan con nostalgia los mágicos momentos en que, el Rey Baltasar -el más campechano y carismático de los tres-, con su sonrisa sempiterna, les hacía entrega de los más fabulosos juguetes, teniendo siempre en sus labios una frase amable y tranquilizadora, ya que a los pequeños, siempre les impone respeto la exótica e imponente figura del Rey Baltasar.

Como los Reyes Magos vienen desde tan lejos, nada menos que de Oriente, tienen muchas cosas que contar, pero el Rey Baltasar lo hará después. Ahora, como hacemos siempre en las entrevistas a nuestros compañeros bancarios, le vamos a preguntar a nuestro amigo, Pago Romeo, por su trayectoria profesional en el Banco.

Voy a empezar a contarte mi vida activa. Entré en el Banco de Aragón, el primero de octubre de 1963, precisamente conservo en el baúl de los recuerdos el carnet acreditativo, con la categoría de botones. En marzo de 1966, aprobé las oposiciones de auxiliar administrativo y me enviaron a Alcañíz, donde permanecí hasta octubre de 1967, fecha en que fui trasladado de nuevo para seguidamente incorporarme a cumplir el Servicio Militar.

¿Y después de cumplir tus deberes con la Patria?.

Pues me destinaron a la Oficina Principal del Banco de Aragón y más concretamente en el negociado de Cartera. Permanecí allí hasta enero de 1981 (ya había sido absorbido el Banco de Aragón por el Banco Central), en que me ascendieron a la categoría de Apoderado Suplente de Zona, empezando una nueva etapa de mi vida, en la que tenía que viajar mucho. En el año 1985, me trasladaron a la Agencia nº 22, de la calle Belchite, con el cargo de Interventor Cajero. El año 1988, me reintegraron a mi antiguo puesto de Apoderado de Zona, hasta que, en el año 1993, ocupé el puesto de Apoderado Cajero en la Oficina Principal del ya Banco Central Hispano, permaneciendo en ese cargo hasta el año 2000, en que obtuve la prejubilación. En total treinta y siete años de actividad bancaria.

Paco, en el Banco de Aragón,

 en la Oficina

En tantos años de trabajo en el Banco, por supuesto, diferentes a los actuales, me gustaría que me hablaras de aspectos profesionales, humanos y anecdóticos que, como a todos, te pudieron acaecer en tanto tiempo.

En aquella época, el trato con los clientes, efectivamente, era distinto, mucho más cordial, llegando inclusive a involucrarse en sus problemas. Lo mismo sucedía con los compañeros. Hoy en día, sobre todo en oficinas grandes, eres un número más de la lista. Está todo más deshumanizado. Anécdotas, se pueden contar muchas. Recuerdo una, cuando estaba de Apoderado de Zona, en la Sucursal de Muel, supliendo al Director. Un cliente, intento cancelar una Imposición a Plazo Fijo, antes de la fecha del vencimiento, y entonces estaba prohibido hacerlo. Yo consulté, por conducto reglamentario, a la superioridad y me negaron el reintegro de la misma. Este señor, me inquirió y me amenazó tan brutalmente, que no me quedó más remedio que llamar a la Guardia Civil, la cual procedió a su detención. Pasada una hora, fue puesto en libertad y vino de nuevo con las peores intenciones. Al ver el cariz negativo que estaba tomando la situación, me puse en contacto, de nuevo, con la Oficina Principal de Zaragoza, contándoles lo precario de mi estado. Se debieron compadecer de mí, porque, en este caso, sí me autorizaron la cancelación. El cliente se fue con su dinero, muy ufano, pero confieso que yo pasé muy mal rato.

Tengo referencias, Paco, que has sido también un buen practicante del fútbol y del fútbol sala.

Así es, siempre he ocupado el puesto de portero. Empecé jugando de juvenil en el Sporting Vado, que era un equipo del Camino del Vado y en el Club Las Fuentes. También jugué en el equipo de fútbol del Banco y luego, en el fútbol sala, en los campeonatos organizados por el Club, en un equipo que le pusimos de nombre «Los fusileros», compuesto por compañeros de la Oficina Principal del Banco; por cierto, que en alguna ocasión me enfrenté a ti, en el equipo que jugabas y del que también eras portero. La camaradería que reinaba entonces era excepcional y pasábamos momentos inolvidables. Fueron unos años que recuerdo con gran nostalgia.

Paco Romeo, portero del equipo de fútbol del Banco Central

Pero vamos ya con tu faceta de Rey Baltasar ¿Cómo te involucraste en este tema?.

Yo pasé a pertenecer a la Junta Directiva del Club Cultural, hace ya más de treinta años. Un día, me plantearon la necesidad, de que si me quería pintar de color negro, para representar al Rey Baltasar, pues no había voluntarios al respecto. Yo acepté, aunque mi hija, en aquel entonces, era muy pequeña y, al principio, no me reconoció, pero alguien, se equivocó y me llamó por mi nombre de pila y naturalmente me dijo papá. Otro día, que fuimos a mi casa, volvió a no identificarme y un gracioso le preguntó que donde estaba su papá, ella respondió que trabajando, a lo que su interlocutor, jocosamente le interpeló: «Sí, lo está haciendo como un negro«. Es una anécdota muy cómica. Otro día, en el patio de su casa, nos juntamos seis Reyes Magos, de distintas entidades, y aparecieron unos niños, que precisamente venían de ver La Cabalgata. Lo intentamos arreglar diciendo que nosotros éramos los buenos y los otros los malos.

Pero, en ocasiones, te habrá resultado algo gravoso tener que disfrazarte y tratar con tantos críos.

El maquillaje, antes, era muy compacto y muy difícil de quitar, y al tener que ponérmelo dos días seguidos, había veces que, durante una semana, me era muy difícil hasta afeitarme. Además, con el sudor, si en las casas hacía calor se podía desprender. El maquillaje de ahora es muy suave y no hay ningún problema con él. Pero a mí, siempre me han gustado mucho los niños, tengo buen trato con ellos y en estos treinta y dos años que llevo de Rey Mago, he sido muy feliz y, si Dios me da salud, espero seguir siéndolo muchos más. Además, ahora también tengo nietos y la felicidad aún es mayor; lo que pasa que mis nietos, aunque son muy pequeñitos, son muy vivos y cuando me ven vestido de rey, se ríen y me dicen: «Hola, yayo».

Los Reyes Magos con el cómico Fernando Esteso

¿Cuál es vuestro itinerario y recorrido?.

Tenemos dos fechas, la víspera del día de Reyes, por la tarde, vamos a visitar, en sus casas, a hijos y nietos del socio del Club, y al día siguiente, por la mañana, en el Club, sentados en nuestros correspondientes tronos, entregamos los juguetes a los hijos pequeños (de dos a ocho años) de los socios, ayudándonos los pajes.

Ha sido una gran satisfacción entrevistar, nada menos, que al Rey Baltasar, pero también a Paco Romeo, gran amigo y excelente persona ¿Quieres apuntar algo más para los lectores de LA SIRENA DE ARAGÓN y esos fans tuyos que son los niños?.

Nada más, agradecerte la entrevista y, como te he dicho antes, pedirle a Dios que me de salud, porque, a pesar de los achaques que la edad nos va deparando, espero poder hacer felices a los niños durante muchos años. Años atrás, cuando terminábamos de nuestras visitas domiciliarias, aún nos quedaba tiempo para irnos a tomar alguna copa y distraernos un poco. Ahora, a nuestros años, estamos para pocas alegrías y, al concluir, nos recluimos en nuestras casas bastante cansados. el tiempo no pasa en balde.

Paco Romeo, en su personalidad ejemplar de Rey Baltasar, representa para todos, el paradigma de ese mago mítico, que hace ya dos milenios, entregó al Niño Jesús esa mirra aromática y medicinal, como ofrenda de su amor profundo al creador de todas las cosas. Gracias amigo, resulta muy gratificador contar con el testimonio de tu amistad de siempre.

Por Leandro

Agustín de Vicente Salesa

Empleado de banca ejemplar y artista polifacético

 

Agustín de Vicente


Por esta sección de LA SIRENA DE ARAGÓN, dedicada a entrevistar a compañeros del banco y otras personalidades, han pasado personajes de distinción que, independientemente de su carrera profesional en nuestro banco, han destacado sobremanera en otras facetas, dentro de diversas actividades deportivas o culturales. En este caso concreto que nos ocupa, la diligencia de Agustín de Vicente Salesa en las obras dinámicas en que se ejercita es ejemplar y variopinta. A lo largo de la entrevista lo iremos experimentando.

Estamos reunidos con Agustín de Vicente, tranquilamente, en la Sala de Conferencias de la Sede Social del Club, sin que nadie nos moleste, y ya iniciamos nuestra relajada conversación, como es ya habitual en esta página, preguntándole sobre su trayectoria en el banco desde sus inicios.

Yo entré a trabajar en el Banco de Aragón de Teruel, como botones, en el año 1943, a la edad de quince años y allí permanecí hasta que me casé; pero como mi esposa no era oriunda de Teruel y yo tampoco veía mucho porvenir en esa plaza, solicité el traslado a Zaragoza. Cuando me vine aquí ya tenía treinta y un años y hasta que me jubilé he permanecido en la capital del Ebro.

¿Cuántos años permaneciste en la actividad profesional?.

Pues la friolera de cuarenta. Primero estuve en la Dirección General del Banco de Aragón y después, con las diversas funciones, fui cambiando de departamento pero nunca en oficinas cara al público. Concretamente en la Dirección Territorial y en el Centro de Contabilidad y Cálculo.

Esta es, en líneas generales, tu vida profesional, pero, paralelamente, has desempeñado una gran labor como miembro de la Junta Directiva del Club Cultural de Empleados del Banco.  ¿Cuántos años?.

También muchos, nada menos que treinta y dos. Primero como vocal y después, nuestro presidente, Angel Tello, me designó como vicepresidente y en este cargo más de treinta años.

Llevas muchos años como jubilado del banco, pero mis referencias son que también has solicitado la dimisión en la Junta.

Sí ya la envié, en su momento, mi carta de dimisión al presidente, pero me ha dicho que espere hasta final de año, ya que como estamos celebrando el cincuenta aniversario de la fundación de nuestro Club, ahora hay mucho trabajo. Ahora bien, mi dimisión es irrevocable, porque ya llevo muchos años y mi edad es avanzada. Como no soy mujer, te confieso que me contemplan ochenta y tres años y quiero descansar tranquilamente sin agobios, ya que mi colaboración ha sido permanente a lo largo de tanto tiempo; ahora bien, también le he observado al amigo Tello, que, a pesar de mis limitaciones propias, si en algún momento le hago falta para cualquier menester, cuente conmigo incondicionalmente, ya que llevo al Club muy dentro de mí.


Agustín como Hermano Liberatus
en «El gran Cardenal»,
de José María Pemán

En la pasada fiesta del Club, celebrada en el Restaurante Bahía, dedicada a los compañeros jubilados, tuviste un reconocimiento de la Junta al respecto.

Sí, me impusieron la medalla de oro del Club y fue para mí muy emocionante, ya que, el día anterior, tuve la desgracia de caerme en las escaleras de mi casa, me di un golpe muy fuerte en la cabeza y pude asistir de milagro y hubiera sentido sobremanera no poder estar.

Pasando ya a tus muchas actividades culturales y artísticas, concretamente, teatro, pintura y música; si te parece, las vamos a ir escalonando y te empezamos a preguntar por tu faceta de actor. ¿Cuándo nació tu pasión por el teatro y cuáles han sido tus actuaciones artísticas en los escenarios?.

Empecé de muy joven en Teruel, en un cuadro artístico muy importante y, desde el punto de vista aficionado, empezamos a realizar obras ligeras de Arniches, de Ruíz Iriarte, de Carlos Llopis. Pero de la que tengo un grato recuerdo es de una de José María Pemán, que quizás en la actualidad su argumento sonaría un poco desfasado, que se llamaba El gran cardenal; en esta obra realizaba un papel muy bonito de hermano lego, por el que fui muy felicitado. Quizás sea éste el único rol dramático que he interpretado, los demás han sido siempre de comedias amables para que la gente disfrute y como mi teoría es que, un día sin reír, es un día perdido, el respetable disfrutaba y yo también.

En Zaragoza, ¿seguiste con tu faceta interpretativa?.


Representación de la obra
«La Vuida es sueño»,
en la fiesta San Carlos,
protagonizada
por Agustín de Vicente

Naturalmente, ya más profesional, interpreté el papel principal en la obra La viuda es sueño, del humorista Tono. Ya sabes que Tono, De la Iglesia y Miura, eran un triunvirato de humoristas de la revista «La Codorniz». Recuerdo el elenco de esta obra, en que estaban compañeros del banco, ya fallecidos, como Fernando Joven y José Esteso. También actuaba Valentín Palomo, que está viviendo una segunda juventud. Entre las féminas, la protagonista era Rosa María Lamata y estaban además las hermanas Marzal. La obra la representamos en la antigua Feria de Muestras.

Tu estilo de actuar, ha sido siempre muy peculiar, en una línea parecida a Quique Camoiras o o Paco Martínez Soria. ¿Estás de acuerdo?.

Con matices. Estos actores que has citado, tienen mi gran admiración, pero para mi gusto fueron demasiado histriónicos, yo he sido mas moderado. Concretamente en la obra que yo tantas veces he interpretado, Ponte el bigote Manolo, Camoiras se pasaba mucho en la caricatura.

Precisamente esta obra «Ponte el bigote Manolo» ¿es la última en que has actuado, verdad?.


Agustín, de protagonista
en la comedia
«Ponte el bigote Manolo»

Sí, pero no quiero pasar página sin recordar un Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, que representé en Teruel, junto a esos dos grandes actores que fueron José María Seoane y Rosita Yarza. El primero de ellos, para muchos, fue el mejor Don Juan de la historia de esta obra. Yo representaba el papel de Ciutti (el criado de Don Juan). Volviendo a Ponte el bigote Manolo, tengo que decirte que su autor se llama Alfayate y que la representamos en más de cincuenta sitios, con llenazos en todos ellos, en Zaragoza: en el Teatro Principal y en el Teatro del Mercado, y en muchos pueblos durante las fiestas, con grandes éxitos.

En el séptimo arte, en el cine, también has aparecido.

En Teruel, en una película que se llamaba Torre partida, hice mi primer papel de reparto, en la que interpretaba a un Jefe de estación y me mataba Fernando Sancho; recuerdo que en esta película trabajaban también Adolfo Marsillac y Enrique Diosdado. En Zaragoza, con la productora Moncayo Films, representé el papel de un taxista, en la película de José Antonio Duce, Culpable para un delito. El ambiente del cine es muy agradable y a mí siempre me ha encantado. Recuerdo que en la película de Vicente Aranda, Libertarias, en la que, junto a Mariano Pallarés, aparecíamos un poquito, no lo pasamos genial. Cuando llegamos ya estaban repartidos los papeles secundarios y, prácticamente, nuestra participación fue testimonial.

Vamos ahora con tu faceta de pintor artístico, que con gran versatilidad realizas. Reproducimos dos cuadros tuyos para que aprecien su calidad los lectores de LA SIRENA DE ARAGÓN. ¿Qué nos cuentas al respecto?.

Soy autodidacta, no he ido a ninguna academia, ni escuela de arte. Empecé con el pastel, que, modestamente, creo que me salía bastante bien (el bodegón que se representa está hecho con ese método) y también he pintado cuadros al óleo. Ahora que me encuentro más liberado de mi trabajo en el Club, estoy volviendo a pintar con más asiduidad. Mis hijos me encargan cuadros y yo se les hago con mucho placer. Ahora acabo de terminar uno sobre París que se lo he regalado a mi hijo Fernando. En las exposiciones colectivas del Club siempre participo.

En el universo de la música, también has hecho tus pinitos.

Soy un gran amante de la música. Además, mi hija es profesora de piano en la Escuela Municipal de Música. Estudié algún curso de piano, pero considero que su estudio es muy difícil. En casa, alguna vez me entretengo tocando, pero esporádicamente. También soy socio fundador de La Asociación de Amigos de la Música de Zaragoza (A.M.B.A.) y participo en ella presenciando sus grandes conciertos líricos y actos dedicados a preservar la música en nuestra Comunidad Autónoma, viajando por nuestra geografía aragonesa. En definitiva, soy un gran melómano y sé apreciar la gran música, poseo una buena discoteca y me gusta sentarme en casa y escuchar, en mi cadena musical, piezas sinfónicas, de zarzuela y de ópera. También asisto a conciertos en el Auditorio.

Un hombre tan polifacético, en la vida cultural y artística en Aragón, como Agustín de Vicente, es el más apropiado para aconsejar a estas nuevas generaciones de empleados de banca, que, actualmente, tanto se quejan de que su actividad profesional les absorve tanto, que no tienen tiempo para dedicarse a facetas de otra índole que, en alguna medida, pudieran evadir su dedicación plena y poder relajarse y sentirse más realizados humanamente.

Con una gran dosis de moral y sacando tiempo de donde no lo hay, siempre existen resquicios para, con buena voluntad, encontrar esos momentos de evasión. En todas las épocas el trabajo bancario ha sido duro, no solamente ahora. También me sorprenden mucho los compañeros que, cuando se jubilan, dicen que se aburren. No los entiendo, existen actividades de todo tipo y para todos los gustos y, no siempre, es necesario tener una vena artística para realizarlas. Repito, lo importante es tener buena voluntad. Como paradigma, quiero expresar la cantidad de ellas que oferta nuestro Club Cultural, con esos viajes fantásticos, esas exposiciones, conferencias, etc.

Resulta un gran placer la tertulia y el diálogo con Agustín de Vicente. Él dice siempre que un día sin alegría es un día perdido y, jocosamente, expresa que hay que tener actividad y hacer cosas, para matar el gusanillo o, por lo menos, dejarlo malherido. Ha sido un auténtico soplo de aire fresco el compartir este rato con él, gracias Agustín, por tu optimismo y buena amistad.

Por Leandro

Idelfonso Royo Escudero

Empleado de banca ejemplar y Árbitro de baloncesto de Primera

 

Ildefonso Royo

Como ya hemos comentado en otras entrevistas de LA SIRENA DE ARAGÓN, el empleado de Banca, independientemente de su dedicación plena a la actividad profesional, en la mayoría de los casos, ha derivado sus momentos, podríamos decir lúdicos, a practicar una serie de actividades que abarcan una gama polifacética realmente admirable; lo mismo en la cultura que en el deporte.  Es el caso de nuestro amigo y compañero,  Ildefonso Royo Escudero (Alfonso para sus amigos), que siempre ha sido un enamorado del deporte y concretamente del baloncesto, llegando a destacar sobremanera como árbitro de auténtica élite, pues lo fue durante bastante tiempo de la primera categoría.

Es ya norma habitual, en todas nuestras entrevistas, que nuestro invitado nos hable de su trayectoria en el Banco y la de Alfonso fue auténticamente ejemplar.

Se nota que eres un buen amigo mío. Yo entré en el Banco de Aragón, en el año 1943, fue de botones. En el año 1946 aprobé unas oposiciones como empleado administrativo y me trasladaron a Teruel, donde permanecí hasta el año 1949; fueron tres años para mí muy agradables en todos los aspectos. Recuerdo que en esa ciudad formamos una peña festiva, llamada «El Coyote», que fue de las primeras que participó en las fiestas de «La Vaquilla del Ángel». Al producirse vacantes retorné a Zaragoza, donde permanecería durante bastante tiempo en el negociado de Cartera.

Y ya, desde entonces, tuviste una brillante trayectoria profesional.

No me puedo quejar. De Cartera pasé a Subjefe de Contabilidad y después a Jefe de la Cartera Centralizada. Ocupando ese cargo se produjo la absorción del Banco de Aragón por parte del Banco Central y me trasladaron al Centro de Contabilidad y Cálculo, donde llegué a ocupar el puesto de Director del mismo. Al centralizarse ese negociado, en Madrid, pasé a formar parte del Equipo de Sucursales, que abarcaba la Zona Norte (Vascongadas, Navarra y Aragón), hasta mi jubilación en el año 1992.

Toda una vida. Prácticamente, cincuenta años de servicio.

Así es. Me entregaron la insignia de oro del Banco acreditativa. Entre mis compañeros tenía fama de ser un jefe duro, pero todos ellos colaboraron conmigo perfectamente, siempre me trataron bien y la realidad es que hice grandes amigos, que todavía permanecen y tengo la satisfacción de reunirme con ellos en este Club Cultural.

¿Qué opinas del panorama bancario actual con el de la época que viviste?

Ha cambiado totalmente. Yo no sé si será mejor o peor pero me quedo con el de entonces; existía un compañerismo que rayaba en la amistad y aunque se trabajaba mucho, era otra forma de vivir más agradable, a pesar de que los sueldos eran muy bajos; recuerdo que cuando fui a Teruel mi sueldo ascendía a 293’80 pesetas, absorbiéndomelo todo el pago de la patrona.

Vayamos ya con tu actividad deportiva, en la que destacaste sobremanera.

Siempre me ha gustado mucho el deporte, lo mismo el fútbol que el baloncesto. En el baloncesto fue una cosa muy típica, porque cuando regresé de Teruel, un buen amigo, muy amante de este deporte, me llevó al colegio de Árbitros y me inscribió. Empecé de anotador y cronometrador; después comencé a pitar partidos de categoría regional y, por suerte o por desgracia, siempre me tocaba pitar los compromisos «Helios – Iberia», donde existía una gran rivalidad, pero siempre muy sana. Luego ya pasé a Liga Nacional como árbitro de primera.

¿Es polémico el puesto de árbitro?

Como humanos que somos, unas veces lo hacemos bien, otras regular y otras peor. Recuerdo que el primer partido que dirigí a nivel nacional, fue un «Iberia – Real Madrid» y a un jugador, que se llamaba Moreno (hoy hermano jesuita) le pité la cuarta personal y lo expulsé (entonces estaba así reglamentado). El periodista, Martín de Urrea, hoy buen amigo mío, me hizo una crónica en la prensa en la que decía: «Pitaron Garcés, madrileño y Royo, aragonés (lo hacían un árbitro de cada región de los equipos participantes). Garcés se inclinó hacia los suyos, pero Royo, con una actitud intolerable e inadmisible, propició la derrota del Iberia«.

¿Recuerdas algún momento entrañable y anecdótico en tu carrera arbitral?

Sí, desde luego, arbitré en la gira que realizaron esos auténticos artistas del baloncesto que son los «Harlem Globetrottres», en la Plaza de Toros de la Misericordia, pues era un partido de exhibición. En el campo del Tenis, que es donde jugaba el Iberia, donde estaba Ángel Anadón (Director vitalicio del Teatro Principal), me sucedió otra anécdota singular. El equipo contrario vestía totalmente de negro, en el sorteo expresé «Saca negro«. El jugador que era de color se dio por aludido, e interpretando que me movían motivos racistas se negó a jugar. Tuvo que intervenir el delegado del Iberia, Sr. Caballero -que era hijo del Alcalde de Zaragoza- y solucionar el incidente, diciéndole que yo me refería al color de la camiseta, pero yo lo pasé muy mal.

21-08-1957  Fiestas del Barrio de la Almozara

¿Durante cuanto tiempo fuiste árbitro de primera?

Fueron quince años y podía haber seguido más, pero me retiré porque este deporte se había profesionalizado mucho y había aspectos que no me satisfacían, ni iban con el espíritu deportivo que siempre me ha movido en mi trayectoria.

¿Intervendrías en partidos muy importantes?

Ya lo creo, he arbitrado partidos con equipos como el Real Madrid, Barcelona, Aizmalibar, Lorillo de Sabadell, Águilas de Bilbao, Estrella de Madrid, Juventud de Badalona y otros muy buenos de primera división de mi época.

¿Tendrás muy buenos recuerdos de entonces?

Pues sí. Me acuerdo de aquel gran jugador del Real Madrid que fue Emiliano, que del Águilas, pasó al Aizmilibar de Moncada y, posteriormente, lo fichó el Real Madrid, y de Buscató, del Juventud de Badalona. Eran dos personas de una educación exquisita. Cuando les pitaba alguna falta personal, independientemente de estar o no de acuerdo de haberla cometido, levantaban la mano respetuosamente acatando el juicio. En la actualidad esos detalles no existen en los jugadores y falta mucha deportividad.

En los tiempos actuales ¿Sigues el baloncesto desde la grada?

Naturalmente y también voy al fútbol, pues soy abonado muy antiguo del Real Zaragoza, ya que en mi juventud, además de árbitro de baloncesto, jugaba al fútbol de portero, llegando a disputar partidos con la selección de Banca, en los campeonatos de San Carlos Borromeo, y en el equipo de la Agrupación Artística Aragonesa.

¿Cual es tu opinión del baloncesto, actual, nacional e internacional y, por supuesto, en Zaragoza?

Pues regular, por no decirte mal, ya que como se mueven grandes cifras de dinero, el mercantilismo exacerbado elimina el espíritu deportivo. La época que yo viví era distinta, lo hacíamos todos por afición.

¿Crees que el C.A.I. volverá a jugar en la elite?

La época dorada del C.A.I. fue cuando estaba Rubio, que se jugó la final de la Copa de Europa en Ginebra, que se perdió, porque un jugador llamado Magit, falló lo que no está en los escritos. Ahora está a un nivel más bajo, pero todo puede suceder.

Cambiando de tema ¿Crees que el empleado de banca actual, puede combinar su actividad profesional, como tú hiciste?

Tienen otras perspectivas distintas. El nivel de exigencia les absorbe todo su tiempo. En mi época nos quedaba tiempo para todo, hasta para poder llevar alguna contabilidad por las tardes y conseguir algún estímulo económico más. Yo creo que los fines de semana los pueden derivar a sus hobbies. De cualquier forma, con buena voluntad y espíritu deportivo, se llega a muchos sitios.

¿Quieres añadir algo más, para los lectores de LA SIRENA DE ARAGÓN?

Agradecer tu invitación, y aunque no soy muy amigo de entrevistas, espero que mis compañeros y amigos lo lean y conozcan mis vivencias, que, en definitiva, son muy parecidas a las que ellos pasaron.

Muchas gracias, Alfonso, y muy pronto volveré a disfrutar de tu presencia, posiblemente sea en el Pabellón Príncipe Felipe, viendo un partido de baloncesto, o en el Estadio de la Romareda, ahora que el Real Zaragoza vuelve a ser equipo de primera división.

Por Leandro

Laureano Oñate Mariscal

Presidente de la Sociedad Aragonesa de Grafología

 

Laureano Oñate

En esta página de entrevistas, y contando con la aprobación del Consejo de Redacción de la Revista, me he permitido la libertad de invitar a un personaje de distinción en nuestra Comunicad Autónoma Aragonesa, que además de buen amigo, ha sido mi profesor de este tema tan apasionante que es la Grafología y del que siempre escribo en las páginas de esta tribuna. Se trata de Laureano Oñate Mariscal, que es el Presidente de la Sdad. Aragonesa de Grafología, a la cual pertenezco y soy miembro de su Junta Directiva. A su condición de Presidente de la mencionada asociación, une una serie de títulos y puestos jerárquicos que detallo: Perito calígrafo, Profesor de Psicología y Grafología, Licenciado en Ciencias de la Educación, Coronel de Artillería, Miembro de la Asociación de grafoanalistas consultivos de España y de la Sociedad Española de Grafología, actividades que desarrolla en función a su doctorando en Psicología. Debo agradecerle también su colaboración en nuestra última revista con un artículo en el que realizaba un somero análisis grafológico de la firma del gran actor de teatro y cine turiasonense, Paco Martínez Soria.

Mi primera pregunta es obvia ¿Cómo te iniciaste en este apasionante arte de la Grafología?

Mis inicios en la Grafología fueron una mezcla de curiosidad y un acer-camiento a los estudios de Psicología, ya que es muy importante para esta materia, mezclando los dos conceptos, y de esta forma entré en este apasionante tema.

¿Podrías expresarme algunos momentos cumbres en el desarrollo de esta actividad?

Partieron de esa curiosidad inicial e hice los cursos de grafopsicólogo, grafopatólogo, y de selección de personal, dentro de la perspectiva de la Grafología, en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid; descubriendo la maravilla que representa esta materia de la que en principio pensaba que era una ciencia menor.

Nos gustaría que nos hablaras de tus actividades actuales al respecto.

La primera de ellas es mi actuación como Perito Grafólogo y Caligráfico de los Tribunales de Justicia y de letrados y personas que les interesa averiguar la autenticidad de determinados documentos. En ocasiones nuestro trabajo es para los jueces un elemento necesario e imprescindible.

El hacerle un análisis grafológico a una persona conlleva que al dárselo quizás discrepe de cómo se valora asimismo ¿Cómo reaccionan cuando lo reciben?

Generalmente lo aceptan aunque siempre ponen algo en duda, pero siempre les aclaramos que es muy distinta la opinión subjetiva y que no es lo mismo como nos vemos a lo que en realidad somos. Siempre queda que el sujeto en cuestión lo acepte o se quede con la duda pero, en la mayoría de los casos, admiten los aspectos positivos y procuran olvidarse cuanto antes de los peyorativos. Ahora bien, siempre decimos toda la verdad de lo que observamos.

La confidencialidad en estos análisis por supuesto que será total.

Por supuesto, la documentación que nos llega, bien sean dibujos, (árbol, figura, casa, pueblo) o la escritura, normalmente yo aconsejo a mis colabo-radores y alumnos que los matriculen con una sigla para guardarlos y que, en un momento determinado, nadie pueda saber a quien corresponden.

En personajes que, más o menos, tienen una idea preconcebida de su personalidad, incluso si son muy conocidos ¿Existen muchas variaciones concretas?

Siempre tenemos que jugar un poco con el léxico, pero diciendo siempre toda la verdad porque no seríamos fieles a nuestro ideal y buscando las formas, pero sí existen unas personalidades muy distintas a lo que en realidad la ente piensa.

Sobre todo en personajes muy conocidos desde el punto de vista social ¿Existen muchas sorpresas?

De hecho, ocurre en ocasiones, lo que pasa que cuando realizamos el análisis tratamos de inhibirnos del personaje y nos limitamos a proyectar exclusivamente lo que analizamos sobre el papel y lo que pueda pensar él o las personas que les rodean no nos preocupa. Nosotros tratamos de ser totalmente imparciales, pero, naturalmente, con grandes dosis de cariño y con mucho cuidado para no ofender los sentimientos de las personas analizadas.

Se dice, que sí pudiéramos fabricarnos un prisma a través del cual nos viéramos como en realidad somos, posiblemente existirían más suicidios de los que hay.

Existe mucha gente que tiene depresiones, pero esa frase es un tópico. Cuando analizamos al sujeto procuramos tratarlo con mucha mano izquierda para evitar que pueda entrar en una disyuntiva de falta de estima propia. Con respecto a los suicidios que mencionas, en una ocasión se detectó una personalidad proclive a realizar uno de estos actos de autodestrucción y cuando se intentaron tomar medidas ya fue tarde.

Hay muchas personas que acreditan un ego muy fuerte y tienen complejos de superioridad. Si se les determinan datos negativos con respecto a su personalidad supervalorada ¿Qué tal reaccionan?

Como ya he dicho antes es un poco cuestión de la mano izquierda del grafólogo cuando emite el informe. Se procuran decir las cosas con la suficiente suavidad para que estas personas, con un alto grado de supervaloración de ellos mismos, no se suban por las paredes ante aspectos negativos de su personalidad. Ahora bien nuestra independencia es total y nunca mentimos.

Nos puedes hacer una valoración del estado actual de la Grafología.

Depende un poco de los países. En Europa y, sobre todo, en naciones anglosajonas la emplean mucho médicos y psicólogos como elementos introductores a sus análisis y posibilidades de curación de sus pacientes dentro de los tratamientos curativos que prescriben. En el terreno de la pericia caligráfica, en ocasiones, hay mucho dinero en juego, dependiente de un buen análisis. En la actualidad, se está empleando mucho también la Grafología en el aspecto de selección de personal, donde influye muy positivamente porque no es la preparación de la persona que se entrevista lo que importa, sino su personalidad y es imprescindible, sobre todo para la elección de cargos de importancia en las empresas.

En el campo de la informática ¿También tiene importancia la Grafología?

En el análisis morfológico de la escritura o del test gráfico, esto si que es posible informatizarlo desde el punto de vista psicológico de todos los resultados que se aprecien, pero siempre con el único motivo de archivar debidamente la información que se requiere.

Muy gratificante resulta escuchar a nuestro amigo Laureano Oñate, contándonos lo apasionante de la Grafología y lo imprescindible que resulta en la actualidad su aplicación a la vida cotidiana, pero el tiempo pasa inexorable y para él es oro. Aunque no podemos substraernos de rogarle, que sí pudiera existir la posibilidad de que pronunciara una conferencia coloquio, en la Sede Social de nuestro Club, naturalmente hablándonos de esta materia.

-Estoy a vuestra disposición y os doy las gracias por la entrevista que me habéis realizado en vuestra prestigiosa revista cultural.

Por Alfredo Vidal

Ana Zanuy

Compañera que cumple cien años

 

Ana Zanuy


Cuando me enteré de la buena nueva de que nuestra compañera del Banco, Ana Zanuy, iba a cumplir cien años, le pedí al Director de «La Sirena de Aragón» que me acompañará a su domicilio para, juntos, realizarle una entrevista, ya que tuve el gran placer de trabajar, hace muchos años, con ella, en lo que fue la Dirección General del desaparecido Banco de Aragón.

En la actualidad, vive con una sobrina, María Pilar Zanuy, y con el esposo de ésta, los cuales se desviven en cuidarla. Nos dicen que les trasmite su alegría, su esperanza de vida y su buen carácter. Ana se defiende, diciendo que si en alguna ocasión ha tenido que llamarle la atención a alguien lo ha hecho, pero nunca con acritud, argumentando que el cariño hacia sus sobrinos es grande.

Sorprende, muy favorablemente, el aspecto de Ana; independientemente de su habitual jovialidad, rebosa salud por todos los poros de su anatomía. Pero como quiero ser respetuoso con la normativa de nuestra entrevista, le pido que haga un ejercicio de memoria -aunque siempre es dificultoso a su edad- y nos hable de sus inicios como empleada de banca.

No me resulta ninguna dificultad responderte porque, afortunadamente, a pesar de mis años, conservo una buena memoria, en realidad siempre la he tenido. Yo nací el siete de marzo de 1907 y entré a prestar mis servicios en el Banco de Aragón a los diecinueve años, concretamente en el año 1926. Mi hermana María (ya fallecida), lo hizo también el mismo año pero un poco mas tarde. Cuando ya llevaba algún tiempo, un buen amigo de la familia, Don Miguel Portolés, me reclamó para entrar en la Telefónica, pero me negué porque ya me había acostumbrado al trabajo bancario y me gustaba, además mi padre también estaba en el Banco con el cargo de Inspector y era un apoyo. Me jubilé a los sesenta y cinco años, después de cuarenta y cinco años de servicio, con el cargo de jefe.

Ana Zanuy con su sobrina

En aquella época ¿habría pocas mujeres bancarias?.

En el Banco de Aragón, solamente mi hermana y yo, y la telefonista, Pilar Bregante, pero ésta no desempañaba labores administrativas. Creo recordar que sólo había otra chica que trabajaba en Banesto.

Nos gustaría que nos hablara de sus primeras experiencias en el Banco.

Pasé a pertenecer al negociado de Inspección General, donde siempre he estado, y mi jefe era Don Joaquín Pérez Martón, dicen que era misógino, es decir que odiaba a las mujeres. Algunos compañeros dijeron: «Pobre Anita, la devorará en cuatro días«. Pero a mí siempre me tuvo un aprecio especial y me trató muy bien. Me acuerdo mucho de él; murió un día de repente y lo sentí mucho. Un sobrino suyo, con el transcurso de los años, me dijo que en una ocasión le había confesado que se arrepentía profundamente de no habérseme declarado y casarse posteriormente conmigo.

Por lo que nos cuenta ¿Con los compañeros, se llevaba muy bien?.

El trato con ellos era excelente, incluso en alguna ocasión, por el puesto que ocupaba, les solucionaba algún problema. Un día logré que no sancionaran a un muchacho que llegaba tarde porque visitaba a su novia en Tarazona. Don Cipriano, su inmediato superior, me dijo que era una «madraza» y que sacaba la cara por todos. Recuerdo, con nostalgia y cariño, a compañeros como a Ferrer Polo, Corvinos o Bona. Todos éramos como hermanos, fuera y dentro de la oficina, y yo estaba como una reina. Con los jefes superiores también tenía muy buen trato, como con Don José Joaquín Sancho Dronda.

Pero, en aquella época el trabajo administrativo era muy duro.

Es cierto, era exhaustivo. Por mi mano pasaban todos los datos de la clientela, que yo controlaba perfectamente; también tenía mucho trato con los directores de las sucursales. Hace años, en una ocasión, de las contadas veces que he faltado a trabajar por enfermedad, ya que, gracias a Dios, siempre he tenido una excelente salud, sin ningún ánimo de pedantería, diré que pusieron en mi puesto a tres compañeras y no podrían juntas desempeñarlo. He tenido siempre mucho nervio para trabajar.

Aún en la actualidad, le apreciamos una gran vitalidad.

La salud siempre le he tenido excelente, nunca he tenido dolores ni enfermedades. Algunas amigas no se lo creen pero es cierto. Jamás he tomado medicinas, aún en la actualidad, que el único mal que tengo es una degeneración macular en la vista, pero, a mis cien años, oigo perfectamente y conservo todas las facultades.

¿Qué opina del trabajo en el banco hace años y los cambios posteriores?.

Aquella era otra vida, ya no desde el punto de vista administrativo, que ha cambiado como de la noche al día, sino en el trato humano que se dispensaba, lo mismo al compañero que al cliente. Ahora prima mucho el aspecto económico y se olvidan otros valores.

Pero, ¿también habría tiempo para el ocio?.

Claro, me gustaba ir, todos los veranos, a la residencia de Canfranc, donde se confraternizaba mucho. Como me satisfacía la nieve y caminar por el «Paseo de los Melancólicos«. También iba a la playa, sobre todo a Benicarló y a Peñíscola.

Rodeada y mimada por tantos hombres y con ese aspecto tan atrayente ¿alguna relación tendría, podríamos decir que, más que de trabajo?.

Yo soy soltera, pero porque nunca encontré a ningún príncipe azul, o quizá fui muy exigente para los hombres. Proposiciones tuve muchas, inclusive ya entrada en años. Mi compañero, Adolfo Lazaga, insistía mucho para casarse conmigo. Otro empleado, Gregorio Val, subía mucho a mi negociado, yo freo que cada cinco minutos, por la más nimia cuestión, sólo para poder verme y hablar conmigo. Y conste que yo nunca hacía nada para atraer a nadie, pero esa es la verdad.

Foto de familia

Pero ¿algo de vida social si que haría?.

Siempre me ha gustado mucho bailar, sobre todo en mi juventud. Todos los años iba a las fiestas de Baile de Calatayud y recuerdo que, en la sala de baile, me dejaban sola en la pista, junto a mi pareja, porque decían que lo hacía muy bien. En Zaragoza, me gustaba ir a «Las Palmeras«, sobre todo con mi compañero Antonio Soriano. Me impresionó mucho cuando murió, no hace muchos años. Era un excelente fotógrafo y un gran montañero.

Como final, y para no cansarla demasiado, ¿qué les diría a las nuevas generaciones de empleadas de Banca?.

Que sean sinceras consigo mismas y no escatimen su rendimiento y que lo hagan de corazón, como ha sido siempre mi norma. Evitar la pereza y amar su trabajo es muy importante.

Resulta muy agradable contemplar el porte distinguido y jovial de nuestra compañera Ana Zanuy, a la que cien años la contemplan, sin tener achaques ni saber lo que es un dolor, ni lo que es la tensión arterial, pero es un auténtico soplo de aire fresco escucharle hablar con esa sinceridad y honradez que sólo tienen en esta vida los elegidos.

Por Agustín de Vicente

Adolfo Espín

Gran profesional de Banca y Asesor ejemplar

 

Adolfo Espín


Uno de los compañeros a los que más he admirado durante mi vida profesional en el Banco ha sido Adolfo Espín Lamata, no solo por su enorme profesionalidad y amplios conocimientos bancarios (aunque tengo algunos años más que él, he de confesar que, desde el punto de vista bancario, me enseñó muchas cosas), sino también por su gran calidad humana. He valorado mucho poder realizarle una entrevista para «La Sirena de Aragón» y he llegado a la conclusión de que podemos aprender bastante por todos los conceptos con la misma.

Adolfo es un hombre polifacético, en muchos aspectos, pero se impone que, siguiendo la costumbre de esta tribuna, la primera cuestión que le planteemos sea sobre sus inicios profesionales en banca.

Yo creo que me valoras en demasía, pero por la buena amistad que nos une, accedo a tus deseos de entrevistarme. Te diré que a la edad de catorce años entré a trabajar en el Banco Central, con la categoría de botones, en la Sucursal de la Avenida de Madrid, 181 de Zaragoza, tras un examen previo, y con el apoyo de algunas personas, sobre todo de mi primo, Antonio Bernad Espín, que pertenecía a la plantilla del Banco como empleado y que posteriormente ocupó diversos cargos como Interventor y Apoderado, siendo muy valorado en la Entidad. Recuerdo que el mismo día entramos, Carlos Machín y yo, fue el uno de Agosto de 1966. Después de una larga trayectoria, obtuve la prejubilación en el año 2002.

Nos gustaría que nos hablaras un poco de esa larga trayectoria profesional tuya, tanto dentro como fuera del Banco.

En primer lugar, he de decirte que procuré siempre seguir formándome, al margen de mi trabajo, y tengo que confesar que el Banco me apoyó siempre al respecto, inclusive económicamente. Empecé estudiando el Peritaje Mercantil, en la Escuela Profesional de Comercio, obteniendo el título, y posteriormente me gradué como Profesor Mercantil. Con el transcurso del tiempo, también conseguí la licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales, en la rama de Empresa. Te tengo que confesar que estudiar y trabajar a la vez resulta algo gravoso, pero con buena voluntad y algo de suerte se consigue.

En el Banco Central también fuiste escalando puestos jerárquicos.

Empecé presentándome a oposiciones en Madrid, primero para Oficial Primero. Aprobando para segundo con el número 55 de España, pero como no había plazas me dejaron de ordenanza. Al poco tiempo me volvía a examinar y aprobé como Oficial Primero con el número 17, pero seguía de ordenanza por la misma circunstancia en la citada Sucursal, hasta que me llamaron para cumplir el Servicio Militar. Antes, como tenía inquietudes, también me presenté, al margen, a oposiciones para otras entidades, como el Banco Zaragozano, Crédito Navarro, Banco de España e Ibercaja y aunque aprobé, decidí continuar en el Banco Central, porque le estaba agradecido por los aspectos antes expuestos.

¿Qué sucedió después de cumplir con tus deberes militares obligatorios?.

Al volver, el tema estaba difícil y aunque parezca paradójico tuve que volver a examinarme pero sólo para auxiliar administrativo y me quisieron mandar a una sucursal en Cataluña. Pero, por fin, después de una reunión con el Director de Zona, conseguí que me respetaran mi condición de Oficial Primero y me mandaron con esta categoría a la Agencia nº 16, en el Barrio Oliver, en esa oficina estuve más de ocho años e hice buenos amigos como José Sánchez Anduj. Me ascendieron y pasé a la Agencia nº 11 (en el Barrio de Torrero) con la categoría de Interventor. Permanecía allí algún tiempo y después, con la misma categoría, me trasladaron a la Sucursal del Paseo María Agustín. Se dio el caso de que cuando se jubiló el Director de esa dependencia, estuve mucho tiempo teniendo que desempeñar los dos cargos, ya que no se por que motivo no suplieron su plaza. Al cabo del tiempo me ofrecieron ser el Director y accedía, ya que estaba haciendo las labores propias sin tener la categoría, esto sucedió siendo ya Banco Central Hispano. Permanecí en esa Agencia hasta mi prejubilación que ya he comentado antes.

Has sido siempre una persona muy competente y tengo entendido que, independientemente de lo que me has contado, nunca abandonaste tu pasión por el estudio y perfeccionamiento.

Si, me titulé como Gestor Administrativo en ejercicio y también, después de una serie de cursos, me gradué como Auditor, fui uno de los primeros de España pero no ejerzo. He realizado también muchos cursos profesionales patrocinados por el Banco que me han resultado muy beneficiosos.

Nos has comentado que eres Gestor Administrativo en ejercicio.

Si, independientemente de mi trabajo en el Banco, establecí un Despacho personal de Asesoría de Empresas y Particulares, desde el punto de vista fiscal, laboral y contable, ya que mis estudios se derivaban a una formación, no solamente para mi trabajo en el Banco, sino para otros menesteres profesionales de asesoría.

En la actualidad sigues regentando un importante y acreditado Gabinete  Empresarial.

Si, en la gama de todos estos aspectos y también financiero, sigo en la brecha en mi despacho y he de confesar que tengo buenas colaboradoras así como excelentes clientes de muy buenas empresas, asociaciones y particulares, algunos ya muy buenos amigos.

Sé que actualmente, en Zaragoza, tu Asesoría tiene un auténtico prestigio y tienes el reconocimiento de mucha gente.

Bueno, está mal que yo me vanaglorie de nada, pero afortunadamente no he tenido en mi negocio incidencias negativas dignas de mención y sí, que como he mencionado antes, se me reconoce muy positivamente mi labor, llegando a entablar inclusive lazos muy afectivos con mis clientes y sí, además cobro por mis servicios, la felicidad es completa. A veces me pregunto, si yo he estado en ocasiones a la altura de la confianza que la gente deposita en mí, y lo agradezco tanto que solamente por estos detalles ya me doy por pagado, pero claro el aspecto crematístico también es importante porque mis colaboradores trabajan mucho y tienen que cobrar.

Conozco tu forma de ser y dado que los asesores sois un poco como los confesores financieros de la gente ¿En alguna ocasión, desde el punto de vista emotivo, has hecho tuyos o te han afectado los problemas de tus clientes?.

Naturalmente y no se puede evitar. A mí, en ocasiones, me ha repre- sentado hasta perder horas de sueño, pensando en como solucionar los problemas ajenos, que muchas veces no puedes mantenerlos al margen de tu propia vida social y aunque, repito, se agradece la confianza que depositan en uno, resulta a veces muy duro.

Cambiando un poco de tema y dados tus amplios conocimientos bancarios y financieros, dentro del Banco, cuando estabas en activo, también has impartido cursos de formación y perfeccionamiento.

Sí, la Dirección Territorial me encargó impartir algunos cursos y lo hice con mucho gusto y aunque no se como sería mi capacidad de transmisión, porque es muy difícil expresar los conceptos que quieres explicar a los demás, resulta muy gratificante el compartirlos con tus compañeros.

En nuestro Club Cultural también diste alguna conferencia sobre temas fiscales y, pronto, abusando de tu confianza, te requeriremos para que pronuncies alguna otra sobre todos estos conocimientos que atesoras y que son tan importantes para todos, desde el punto de vista económico y fiscal.

Sí, hablé sobre el Impuesto de la Renta. Me tenéis a vuestra disposición cuando queráis.

Al margen de tu dedicación plena a todos estos apasionantes temas tuyos profesionales, sabemos que también encuentras tiempo para satisfacer tus inquietudes culturales y tenemos referencia de que, sobre todo, eres un gran lector.

Podríamos decir que empedernido, casi es una enfermedad mi afición a la lectura, tengo mi casa llena de libros. Me apasiona la historia en todas sus facetas, sobre todo la narrativa y en novela. La Arqueología también me entusiasma y me instruyo todo lo que puedo al respecto. De la música, sobre todo de la lírica (ópera y zarzuela), soy buen aficionado, pertenezco a La Asociación de Amigos de la Música de Zaragoza (A.M.B.A.) y con su presidente, Miguel Ángel Santolaria, tengo una entrañable amistad de siempre, además de haber sido compañero en el Banco, en la Agencia de la Avenida de Madrid, nuestros lazos afectivos nacen de nuestra cuna en la Parroquia de San Pablo, de la que los dos somos oriundos, él me regala grabaciones y discos que suplen algunas veces mi falta de tiempo para asistir a los emblemáticos actos que realizan. Me gustan mucho también los espacios abiertos, siempre que puedo me gusta ir a la montaña a respirar y a pasear. No obstante, para un hombre de «números» como yo es difícil sacar tiempo para estas saludables actividades, aunque considero que son muy necesarias.

Un hombre con tu experiencia, ¿qué podría aconsejar a estas generaciones actuales y venideras bancarias?.

Lo más importante es el trato comercial perfecto y desinteresado. Nunca crear una escala de valores por la importancia de la calidad económica que pueden tener los clientes. El que hoy es poco importante, el día de mañana puede ser un potentado. Hay que tratar de solucionar los problemas que nos planteen y practicar la empatía siempre. En la actualidad las relaciones humanas tienen una importancia vital en el trabajo bancario. En la banca en general, aún comprendiendo que el trabajo administrativo absorbe mucho tiempo, la calidad de servicio es vital y lamentablemente se están produciendo muchos casos a diario de una mala gestión y un mal trato a la clientela. En mi despacho me cuentan casos penosos por este concepto.

La entrevista la estamos manteniendo en el despacho profesional de nuestro amigo y gran persona, Adolfo Espín, y en su grata compañía, escuchándole con su fácil verbo, además de la importancia de los apasionantes temas que hemos contemplado, hacen que el tiempo pase en un vuelo, pero sabemos que para él es oro y no queremos abusar más de su confianza. De cualquier forma para mí es muy grato el contar con su fiel amistad imperecedera y, para todos, muy pronto, resultará muy ilustrativo y muy importante para nuestra economía doméstica, el escucharle, en alguna apasionante conferencia en nuestro Club Cultural, hablando de esos temas laborales y fiscales tan importantes y de los que él es un auténtico experto y maestro.

Por Templar

Alfredo Vidal

Hombre polifacético de amplios conocimientos

 

Alfredo Vidal


Siempre se ha dicho que el empleado de banca desempeña una labor específica dentro de su profesión que, aunque no requiere de un gran esfuerzo físico, desde el punto de vista psíquico e intelectual, desgasta anímicamente a la persona, dejando inclusive secuelas físicas que aparecen cuando se llega a una edad relativamente madura. También hay que reconocer, que sobre todo en los últimos años, obtiene la prejubilación a una edad bastante temprana, pudiendo dedicarse a otras actividades de ocio, culturales y de temas de lo más heterogéneo.

Al hilo de lo expresado, hemos contactado con un personaje que abarca una enorme gama de actividades que ocupan su tiempo en prácticamente su totalidad aunque, bien es cierto, que cuando estaba en activo ya tenía ciertas inquietudes al respecto. Se trata de un hombre totalmente polifacético y es nuestro compañero, Alfredo Vidal. Como hace ya bastante tiempo que tengo el placer de gozar de su amistad, no me he podido substraer de realizarle una entrevista para que nos enriquezca a todos contándonos algunas de estas ocupaciones ilustrativas que desempeña con tanto dinamismo.

Nuestra primera pregunta, como hacemos siempre, es que nos matice de una forma personalizada su trayectoria en la organización de nuestro Banco.

Yo entré en el Banco en el año 1870, antes, después de mis estudios, había trabajado como administrativo en unas oficinas de Gallur que es el lugar donde nací. Inicialmente estuve en el negociado de Cuentas Corrientes, pero pronto pasé al Departamento de Extranjero, como oficial primero, donde permanecí más de veinte años. Después estuve de “volante” unos dos años y pasé luego a la oficina del Banco de Santander de Hernán Cortés, durante siete años, desempeñando también funciones de mi especialidad de extranjero, hasta que me prejubilé a la edad de cincuenta y cuatro años.

Yo, que te conozco desde hace tiempo, se que al pasar a tu nuevo estado, para ti, no significó, como les sucede a otros, ningún tipo de problema específico, ya que enseguida empezaste a dedicarte a lo que llamas tus hobbys, pero que representan actividades del intelecto de muy alto nivel, como son el cine, la música, la cosmología y la grafología. Como todas ellas son apasionantes, si te parece, me vas matizando correlativamente pasajes de todas ellas. Vamos a empezar con el séptimo arte, el Cine, del que sabemos que eres un auténtico estudioso y apasionado.

Efectivamente, siempre me ha apasionado el cinematógrafo, hasta tal punto, que ya estando en activo, como tenía las tardes libres, me veía todos los estrenos seguidos y se me acababan muy pronto. Me entusiasman las bandas sonoras de las películas y atesoro una auténtica colección de ellas en discos. De ahí, se puede decir, que apareció una de mis aficiones que es la de la expresión musical.

Tengo conocimiento de que también posees un ingente número de películas en DVD, ¿Tienes predilección por algún género en particular?.

Yo valoro mucho la calidad de las películas y no me defino por ningún género determinado, aunque siempre me ha gustado mucho el cine clásico y, por supuesto, el musical. Estoy muy relacionado con intelectuales apasionados del cine como mi amigo, Don Celestino, del Ateneo de Zaragoza, que es catedrático de Filología Inglesa de la Universidad, el crítico de Heraldo de Aragón, Fernando Gracia Guía o Alberto Sánchez, con los que comparto muy buenos momentos cinéfilos. Con respecto al volumen de películas que poseo, efectivamente, tengo muchísimas, pero también innumerables documentales y libros especializados en la materia, como uno sobre técnicas de montaje que estoy ahora estudiando.

Otro aspecto importante de tus ocupaciones es la música. Sin duda, eres un auténtico melómano.

Con relación a la música clásica, siempre me ha gustado, pero podemos decir que era un poco neófito, por lo que empecé a asistir a varios cursos especializados para incrementar mis conocimientos ya que nunca he sido un autodidacta. Concretamente ya he asistido a seis de ellos y me estoy enriqueciendo mucho.

También tengo entendido que estás estudiando piano.

Asistí cuatro años a clases particulares y tengo en mi casa un órgano, bastante bueno, con el que practico y ya domino más de sesenta partituras. Ahora bien, no me dedico a dar conciertos, sino que lo hago para mi propia satisfacción, aunque, alguna vez, entre amigos, interpreto alguna pieza.

¿Cuéntanos si perteneces a alguna entidad que dedique a estos menesteres musicales?.

Soy vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Amigos de la Música de la Biblioteca de Aragón (A.M.B.A.). Soy socio de la Sociedad Filarmónica, donde comparto muy buenas relaciones, sobre todo con el Secretario General, Guzmán Guallar, compañero del Banco y gran amigo. Asisto también a los Cursos que imparte, Pilar López Mora, en la Biblioteca de Aragón, que abarcan todo tipo de expresión musical desde el punto de vista clásico.

De la música, vamos a pasar a otro “territorio”, donde precisamente en el Club has impartido conferencia, que es el estudio del Cosmos.

Yo empecé a interesarme por la Cosmología, hace ya más de veinticinco años, lo que pasa que en aquel entonces, en Zaragoza, no había mucha información, pero tuve la enorme suerte de contactar con un profesor de Físicas de Estados Unidos con el que hablé sobre el tema, con relación a si el universo es abierto o cerrado y él es el que me instruyó y me recomendó una serie de libros para estudiar y, como tengo bastantes conocimientos de matemáticas, me he versado durante mucho tiempo sobre esta materia y ya he pronunciado diversas charlas al respecto, concretamente en nuestro Club, en el Ateneo de Zaragoza y en la Asociación de Grafólogos.

De un aspecto excitante pasamos a otro no menos atrayente, la Grafología, el arte de saber discernir la personalidad de la gente mediante su escritura.

Pues si, dentro de mi curiosidad por conocer nuevos temas, comencé a estudiar en unos cursos que se impartieron, procedentes de la Universidad de Barcelona, y con el tiempo, pasé a pertenecer a la Asociación de Grafología, enriqueciéndome con los conocimientos de su Presidente, que también es Doctor en Psicología. En la actualidad soy vocal de la citada Asociación. Nos reunimos mensualmente y expresamos distintas ponencias. Yo, concretamente, he realizado el estudio sobre algunos personajes de distinción del siglo XX y en la actualidad me estoy dedicando a interesarme sobre el análisis del mejoramiento del denominado “currículo vitae”, desde el punto de vista grafológico, de aspirante a ocupar su primer puesto de trabajo.

Después de haber hecho el estudio grafológico de alguna persona ¿Admite la gente bien el resultado del mismo?.

Somos muy prudentes en este tipo de análisis, que se entregan de forma totalmente confidencial, y, solamente en casos muy concretos, de personas muy allegadas o muy amigas, se expresan en su totalidad, con virtudes o defectos. Hay que ser muy sutil para no herir susceptibilidades. La discreción es muy importante en este tema, ya que un grafólogo experto, como se dice vulgarmente, “desnuda” al personaje en cuestión. En concreto, e un conocido político, solamente analizamos el escrito y no la firma, ya que en el escrito se analiza como se proyecta el individuo a los demás y en la firma su yo o ego personal.

¿Estáis en la actualidad haciendo el estudio de algún personaje importante aragonés de alguna época?.

A petición del Presidente de la Asociación de Amigos de la Música de Zaragoza, que me regaló un contrato que firmó en el “Teatro Metropolitan Opera House” de Nueva York, en su día, el gran tenor aragonés, Miguel Fleta, que fue considerado uno de los mejores cantantes de todos los tiempos, nos vamos a reunir con el Presidente de la Asociación Grafológica para, junto a su biografía, publicar el estudio grafológico en la revista que tenemos en dicha Asociación y contrastar los dos aspectos. También, en la Sociedad Filarmónica, me solicitan el estudio de diversos músicos importantes que habían actuado en ella en diversas épocas.

De todas estas numerosas y notables actividades tuyas, nos has deleitado en nuestro Club con conferencias muy enriquecedoras y creo que también has impartido cursos en el Ateneo de Zaragoza.

Si, como gustaron mucho algunas conferencias que pronuncié, el Presidente del Ateneo me convenció para dar un cursillo de Grafología, que duró dos años, y fue muy grato para todos.

Como he comentado anteriormente, en nuestro Club ya has pronunciado dos conferencias, en concreto una sobre Grafología y otra del Cosmos, pero nos gustaría que nos hablaras de algún nuevo proyecto y sobre que versará.

Tengo en cartera tres temas que dejo a vuestra elección. Uno, podría ser el mejoramiento del estudio, desde el punto de vista grafológico, del “curriculum vitae”, que he comentado anteriormente, de hijos de compañeros que quieran acceder a un puesto de trabajo. Otro, es el desenvolvimiento y estructura de una Orquesta Sinfónica, mediante el desarrollo del Director de la misma, de los tiempos y de los instrumentos, en un programa interactivo y el último, es el desarrollo y comentarios de la película del director, Stanley Kubrick, “2001: Una odisea en el espacio”, a la que he dedicado bastante tiempo, y a pesar de que Kubrick dijo, que si alguien era capaz de entenderla habría fracasado como director, yo creo que casi lo he conseguido.

Escuchando a Alfredo Vidal el tiempo se nos ha pasado en un vuelo, pero antes de despedirle queremos solicitarle, que aconseje a esos compañeros, prejubilados o jubilados, que dicen que se aburren soberanamente y no saben en que invertir su tiempo.

Bueno yo, en mayor o menor medida, siempre he cultivado mis pasatiempos culturales y quizás, a los que no tengan tanta costumbre, al principio, se les hará un tanto gravoso, pero hoy en día, en nuestra ciudad, hay una gama muy importante de actividades, cursillos y charlas, que promueven entidades de crédito y diversos organismos, a los que se puede acceder muy fácilmente y abarcan los más variopintos temas, que pueden satisfacer a todo el mundo. No consiste sólo en levantarse y ver exclusivamente la televisión. A mí también me gusta, pero en según que momentos y en temas muy concretos. En definitiva, todo tiene su tiempo y su proporción.

Ha sido un auténtico placer el compartir tan agradables momentos con Alfredo Vidal escuchándole y deseamos que, pronto, en la Sala de Conferencias de nuestro Club, nos deleite y nos apasione con alguna de sus atrayentes charlas, expresando, con su fácil verbo, los amplios conocimientos que atesora.

Por Templar